La ansiedad y la infelicidad alcanzan a un tercio de los niños y adolescentes españoles, según nuevas estadísticas.

La ansiedad y la infelicidad alcanzan a un tercio de los niños y adolescentes españoles, según nuevas estadísticas.

Una alarmante realidad se ha revelado en las últimas estadísticas sobre la salud mental de los menores en España. Según los datos recopilados, un tercio de los niños y adolescentes españoles sufre de ansiedad y infelicidad, lo que supone un problema de gran magnitud para la sociedad. Esta situación es aún más preocupante si se tiene en cuenta que la infancia y la adolescencia son etapas clave en el desarrollo emocional y psicológico de las personas. Es fundamental abordar este tema con urgencia y adoptar medidas para proteger la salud mental de los más jóvenes.

Un tercio de niños y adolescentes españoles sufre ansiedad y infelicidad, según nuevo estudio

El último estudio PASOS, realizado por la Gasol Foundation, advierte que la cifra de niños y adolescentes españoles que se sienten tristes, preocupados o infelices, se disparó de 19,5% al 32,2% entre 2019 y 2022, mientras que descendió el porcentaje de ejercicio físico, dieta mediterránea y horas de sueño en menores.

Según Paul Gasol, los resultados del informe de nivel socioeconómico y estilos de vida de la población infantil y adolescente en España, presentados en 2023, dibujan una “realidad preocupante y alarmante”.

La psicóloga sanitaria Mª Barca Mojarro Corrales analiza los resultados del informe

La psicóloga sanitaria Mª Barca Mojarro Corrales, del gabinete Tribeca Psicólogos, asegura que “el aumento de niños y adolescentes que manifiestan sentimientos de preocupación, tristeza e infelicidad es un reflejo de una realidad en la que el malestar psicológico merece una atención urgente”.

Para evitar este malestar emocional, la especialista en psicología propone mecanismos para detectar y ayudar desde casa a un niño o adolescente cuando se siente preocupado o infeliz.

Por qué el 30% de los niños y adolescentes españoles se siente preocupado o infeliz

Según la psicóloga sanitaria Mª Barca Mojarro Corrales, alrededor de este tema subyacen varios motivos que desembocan en este fenómeno preocupante.

Entre las razones que podrían contemplarse para entender esta realidad de muchos niños y adolescentes españoles, se encuentran:

• Aislamiento y incertidumbre, que alteran las dinámicas sociales.
• Disminución del tiempo al aire libre y de la actividad física.
• Deterioro de la calidad del sueño.
• Creciente aumento de tiempo frente a pantallas, el impacto de las redes sociales y el incremento del estrés y la presión académica.
• Inestabilidad familiar y dificultades económicas dentro del hogar.
• Inaccesibilidad a servicios especializados en muchas áreas.

Cómo detectar si un niño o adolescente se siente preocupado o infeliz

La preocupación o infelicidad de un niño o adolescente se manifiesta de forma parecida a cualquier otro problema emocional.

Existen algunas señales que pueden hacernos pensar de que algo le está sucediendo al menor, como:

• Cambios en el comportamiento.
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• Pérdida de interés por actividades o hobbies que antes le gustaban.
• Dificultad para conciliar el sueño.
• Bajo rendimiento escolar.

También se pueden presentar síntomas físicos que no tienen causa orgánica aparente, como:

• Pérdida del apetito.
• Dolor de cabeza.
• Exceso de verbalizaciones y comentarios negativos sobre su persona.
• Problemas en las relaciones interpersonales (discusiones o distanciamientos).

Pautas para ayudar a un niño o adolescente que se siente preocupado, triste o infeliz

Para apoyar y atender desde casa a un niño o adolescente que se siente preocupado, triste o infeliz, la psicóloga sanitaria M.ª Barca propone tres enfoques claves:

1. Estimular un estilo de vida saludable:

• Promover el eercicio físico a través de actividades simples y accesibles.
• Planificar comidas dentro de una dieta balanceada y saludable.
• Establecer rutinas de sueño saludables.
• Reducir el tiempo con las pantallas, como dispositivos móviles.

2. Crear un entorno de apoyo familiar:

• Fomentar la comunicación y la escucha activa en el seno de la familia.
• Dedicar tiempo de calidad.
• Establecer rutinas periódicas que faciliten la expresión de los sentimientos y las preocupaciones de los niños y adolescentes.

3. Buscar ayuda profesional si es preciso:

• Buscar ayuda con un profesional de salud mental con quien el menor se sienta cómodo para expresar sus sentimientos sin sentirse juzgado.

Es importante recordar que esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.