Imanol: Yo nunca he dudado en mi capacidad como entrenador del Athletic Club

Imanol: Yo nunca he dudado en mi capacidad como entrenador del Athletic Club

En una reciente declaración, Imanol Alguacil, entrenador del Athletic Club, ha manifestado su confianza absoluta en sus habilidades y aptitudes como estratega del equipo. Con una franqueza característica, el técnico vasco ha querido dejar claro que nunca ha dudado de su capacidad para liderar al conjunto rojiblanco. Esta afirmación cobra especial relevancia en un momento en el que el equipo atraviesa un período de resultados irregulares y se han generado dudas sobre su continuidad en el cargo. Sin embargo, Imanol ha querido transmitir tranquilidad y seguridad a los aficionados, asegurando que tiene la convicción plena de que puede llevar al Athletic Club al éxito.

Imanol: Yo nunca he dudado en mi capacidad como entrenador del Athletic Club

En la víspera del partido contra el Real Madrid, se produjo un episodio curioso protagonizado por Imanol y por el que esto escribe. Cuando le trasladé la afirmación del presidente Aperribay unas horas antes respecto a su renovación: Imanol ya se lo ha ganado, fueron sus palabras, contradiciendo, en cierto modo, al propio entrenador que, repetidas veces había señalado que tenía que ganárselo.

Ante la aparente contradicción, le pedí al entrenador que desenredara la trama, a ser posible. Y, por sorpresa, decidió tirarme una pared que no esperaba. Intenté devolverle la pelota, pero Imanol se empeñó en que continuara la jugada, y me plantó el ya sabido ¿tú crees que me la he ganado?. Y no quedó satisfecho hasta que, a la tercera, me arrancó un sí definitivo.

Lo que sucedió a la finalización de la rueda de prensa solo lo presenciaron los compañeros presentes, ya que los micrófonos ya se habían cerrado. Se acercó a mi posición y me dijo Txema, me has fallado…has dudado, todo envuelto en risas.

Bromas aparte, debo decir que ese sí a su tercer intento de arrebatar una respuesta, no era un sí correspondiente a una declaración de amor, sino a una declaración de principios. Unos principios que me llevan a respetar y a valorar el trabajo honesto de un profesional, al que no le han regalado nada, salvo, tal vez, la oportunidad de dirigir al equipo de su vida.

El resto ha sido obra de Imanol, y nadie puede cuestionar el mérito de su labor. Lo hemos repetido hasta la extenuación, él no debía estar a estas alturas donde está, porque el plan original era otro, pero él se encargó de escribir un guion distinto, y es innecesario que yo lo descubra, absolutamente brillante.

A pesar de las dudas que hayan podido surgir en torno a su futuro, lo cierto es que el técnico de Orio ya ha expresado su voluntad de seguir manejando la nave txuri urdin durante un tiempo, aunque, por supuesto, serán los resultados los que determinen la longevidad de su proyecto.

Sadiq, sin más remedio

Que Sadiq, cuando concluyó la pasada campaña tenía todos los boletos para abandonar la Real Sociedad, por la fórmula que fuese, es algo que sabían hasta los conejos. La fuerte inversión realizada, y la pobre retribución del futbolista nigeriano, invitaban a encontrar una solución inmediata.

Sadiq había pasado de ser la gran esperanza realizadora del equipo, a poco más que un bulto sospechoso sobre el terreno de juego. Al final, pasaron los meses de mercado, y fue otra la vía que finalmente explotó el club, con la salida de Carlos Fernández, con lo que la marcha de Sadiq ya no resultaba tan apremiante.

Sadiq, contra pronóstico, se ha quedado en la Real Sociedad, y ya lo único que procede, es trabajar por recuperar lo mejor del profesional. Imanol se esfuerza en cada comparecencia pública por convencer al personal de que el futbolista se empeña, que se esfuerza, aunque los números le dan la espalda. No queda otra que seguir intentándolo.

Buenos anfitriones

Está claro, a la luz de los números de la Real en casa, que es eso lo que deben pensar los equipos visitantes, que la Real es una buena anfitriona, que agasaja a sus invitados, y les permite marchar con algún regalo en las alforjas. Las estadísticas de la temporada pasada, en las que el equipo no ganó ni el 50% de los partidos disputados como local, resulta una anomalía a todas luces insostenible. Y esta temporada, por ahora, lo mismo.

La sombra de Robin era alargada

Sorprendía la naturalidad, rayana en la frivolidad, con la que algunos, incluso desde dentro del club, asumían la marcha de Le Normand. Entendían que era una baja relativamente bien cubierta. Bastaron unos pocos partidos de pretemporada, y el inicio de la competición, para comprobar que no iba a ser tan sencillo olvidar al bretón. De ahí la grata acogida recibida por su recambio, Nayef Aguerd. ¡Necesario!