Imanol Alguacil acelera en la segunda semana de entrenamiento: desgaste máximo en el campo de Zubieta

Imanol Alguacil acelera en la segunda semana de entrenamiento: desgaste máximo en el campo de Zubieta

La preparación del Real Sociedad para la temporada 2022-2023 sigue su curso, y en la segunda semana de entrenamiento, el técnico Imanol Alguacil ha decidido acelerar el ritmo para que sus jugadores alcancen el desgaste máximo. El campo de Zubieta ha sido el escenario de intensas sesiones de entrenamiento, donde los jugadores del equipo txuri-urdin han trabajado bajo la atenta mirada del cuerpo técnico. El objetivo es claro: alcanzar el máximo nivel de condición física para afrontar con garantías el inicio de la competición.

Imanol Alguacil aprieta el ritmo en la segunda semana de entrenamiento

La Real Sociedad ha completado el quinto entrenamiento de pretemporada esta mañana en Zubieta, el primero abierto al público, y el primero también sobre el nuevo verde del José Luis Orbegozo que, como avanzó MD, había sufrido una regeneración completa. Ha dado sus frutos porque estaba en perfectas condiciones para la práctica futbolística.

La Real Sociedad desgasta en el campo de Zubieta con un entrenamiento de alta intensidad

Unos tres centenares de aficionados se acercaron a las instalaciones realistas para disfrutar por primera vez de ver ejercitarse a sus ídolos, pese a la lluvia. Hubo distintos protagonistas en la sesión, pero los dos primeros fueron sin duda Take Kubo y Sheraldo Becker, que regresaban hoy al trabajo tras disfrutar de días extra de vacaciones. El nipón fue el más aclamado por la grada.

Take Kubo y Sheraldo Becker regresan al trabajo y se convierten en los protagonistas del entrenamiento

Ambos se ejercitaron a buen nivel pero finalizaron su práctica a los 45 minutos para dedicarse a firmar autógrafos. Que no fueron pocos. Los dos extremos fueron parte del grupo de 27 futbolistas que se ejercitó a las órdenes de Imanol Alguacil, Mikel Labaka y David Casamichana.

La plantilla realista se lanza al desafío de la pretemporada con un entrenamiento físico y técnico a fondo

El entrenamiento fue algo más largo de lo habitual y tuvo un ritmo vertiginoso y una exigencia física importante. Acelera en la segunda semana de pretemporada. El oriotarra fue, además, el último en marcharse a la ducha por quedarse a firmar autógrafos. Como siempre.

La plantilla saltó al verde con puntualidad británica a las 10:30 horas. El calentamiento del equipo fue algo más corto de lo que suele ser y pasaron a realizar rondos, intercalando rondas de carreras. Y hubo una segunda función ya en dos rondos más grandes donde los realistas, por parejas, iban a robar el balón. Ejercicio físico por tiempo o robo. No había apenas descanso entre tareas.

La Real insistió mucho en acciones individuales de alto desgaste durante el entrenamiento. Se dividieron en dos grupos para una tarea de triple acción. Despeje de cabeza a un centro, pase o remate de precisión al primer toque en mini portería, y atacar un centro lateral desde el otro lado ya contra portero. Estuvieron un buen rato con ello. Destacó por encima del resto un portentoso Jon Martín, que también mostró buenas sensaciones en las carreras.

Tras un breve trago de agua, la plantilla realizó la única tarea grupal con pinceladas tácticas del día. Una posesión grande orientada con dos equipos y los jugadores ubicados por posiciones. Brais actuó de comodín. El objetivo del equipo verde era filtrar a la espalda de la zaga naranja para que uno de los atacantes recibiera en la siguiente zona.

La última tarea también duró bastante tiempo. Zagueros, Urko y Gorrotxategi se marcharon con Labaka, Ansotegi y algún ayudante más para hacer acciones defensivas de balones aéreos frontales y laterales, formando en líneas de cuatro defensas y dos pivotes.

Ahí se terminó el entrenamiento, con una charla de Imanol. A las 12:03. La plantilla se fue a firmar autógrafos y sacar fotos con los aficionados. Muchos de los más jóvenes se fueron directamente para dentro. Los porteros siguieron entrenando un rato más y fueron Marrero e Imanol los que más duraron con los aficionados.