Hormigueo en las manos al montar en bicicleta? Descubre cómo evitar este problema común con estos consejos prácticos

Hormigueo en las manos al montar en bicicleta? Descubre cómo evitar este problema común con estos consejos prácticos

Si eres un apasionado del ciclismo, es probable que hayas experimentado en alguna ocasión un incómodo hormigueo en las manos mientras montabas en bicicleta. Este problema, aunque común, puede ser molesto y doloroso, especialmente si se prolonga durante períodos prolongados de tiempo. Sin embargo, no tienes por qué sufrir en silencio. En este artículo, te presentamos consejos prácticos y sencillos para evitar este problema y disfrutar de tu pasatiempo favorito sin molestias. ¡Sigue leyendo para descubrir cómo mantener tus manos cómodas y saludables mientras pedaleas!

Evita el hormigueo en las manos al montar en bicicleta con estos consejos prácticos

El hormigueo en las manos, también conocido como parestesia, es una molestia que puede parecer inofensiva al principio, pero puede llegar a ser bastante incómoda y afectar negativamente tu rendimiento y disfrute mientras pedaleas.

¿Por qué aparece el hormigueo en las manos?

El hormigueo en las manos suele estar relacionado con la compresión de los nervios que atraviesan tus manos y muñecas. Uno de los culpables más frecuentes es el nervio cubital, que recorre la parte interna de tu muñeca y el meñique, o el nervio mediano, que atraviesa la parte central del túnel carpiano.

Cuando pasas demasiado tiempo apoyando el peso de tu cuerpo sobre las manos en el manillar, se ejerce una presión constante sobre estos nervios, lo que puede provocar esa molesta sensación de hormigueo o incluso entumecimiento.

Causas del hormigueo en las manos

El problema se agrava cuando mantienes la misma posición durante largos periodos, o cuando el ajuste de tu bicicleta no es el adecuado para tu cuerpo. Si el manillar está demasiado bajo o demasiado lejos, podrías estar inclinándote demasiado hacia adelante, lo que aumenta la presión sobre las manos y los nervios que pasan por ellas.

Del mismo modo, si tus guantes no tienen el acolchado adecuado o no los usas, la vibración constante del terreno, sumada a la presión del manillar, puede desencadenar este entumecimiento con mayor rapidez.

Consejos para eliminar el hormigueo en las manos

Un correcto ajuste de la altura y distancia del manillar es clave para evitar la aparición del hormigueo.

Entonces, ¿cómo podemos evitar que las manos se nos duerman durante una salida en bici? En primer lugar, asegurarse de que la bicicleta esté correctamente ajustada a tus características.

Cambiar de posición de forma regular también es una estrategia muy eficaz. No mantengas las manos fijas en el mismo lugar durante todo el recorrido. Si tienes una bicicleta con manillar de carretera, usa las diferentes posiciones de las manos que te ofrece: las caídas, las manetas o la parte superior del manillar. En el caso de las bicicletas de montaña o híbridas, intenta cambiar la posición de los dedos y ajustar la presión sobre las palmas para reducir el tiempo que estás aplicando peso en una sola zona.

El uso de guantes con un buen acolchado es otra excelente forma de prevenir esta sensación. Los guantes no solo protegen tus manos de las vibraciones del terreno, sino que también proporcionan una capa extra de protección entre tus palmas y el manillar, ayudando a reducir la presión sobre los nervios y mejorando la circulación sanguínea.

El fortalecimiento de los músculos del core es otro aspecto importante. Un core fuerte permite una mejor estabilidad en la bicicleta y ayuda a que no recaiga tanto peso en las manos y muñecas. Si los músculos abdominales y de la zona lumbar son débiles, tenderás a inclinarte más hacia adelante, descargando peso en los brazos.

Incluye en tu rutina de entrenamiento ejercicios que trabajen el core, como las planchas, para mejorar tu postura y reducir la presión sobre las manos.

Los estiramientos y la movilidad son fundamentales. Antes y después de cada salida en bici, realiza estiramientos enfocados en las muñecas, los antebrazos y los hombros. Esto ayuda a mantener la flexibilidad y la circulación en las extremidades, lo que puede prevenir el entumecimiento. Durante el trayecto, si sientes que las manos comienzan a dormirse, aprovecha un momento para sacudirlas o hacer algunos movimientos circulares con las muñecas para reactivar el flujo sanguíneo.