En un emocionante finale, Ejuke ayuda a García Pimienta a escapar de la eliminación en el Sevilla

En un emocionante finale, Ejuke ayuda a García Pimienta a escapar de la eliminación en el Sevilla

En un encuentro que mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos, el Sevilla vivió un emocionante finale que cambió el rumbo del partido y permitió a García Pimienta escapar de la eliminación. El héroe de la noche fue el delantero nigeriano, Jesús Ejuke, quien anotó el gol decisivo que dio la victoria a su equipo. Con esta remontada épica, el Sevilla se garantizó su continuidad en la competición, y García Pimienta puede respirar tranquilo después de una noche llena de tensiones. ¿Qué pasó en este partido que mantuvo a todos en vilo? ¡Descúbrelo en nuestra crónica!

Ejuke salva al Sevilla de la eliminación en un emocionante finale

El nigeriano Chidera Ejuke, con un robo y un reverso para meter el balón cruzado ante Hein, le salvó el cuello a García Pimienta cuando peor pintaba la cosa, cuando un Valladolid muy limitado había logrado empatar y llevar los nervios otra vez a la grada del Sánchez Pizjuán, cuyo destino sabe que por tercera temporada es sufrir y pelear por la permanencia.

El Sevilla sacó adelante con mucho trabajo la segunda victoria de la presente Liga, no sin mostrar las muchas carencias que tiene en la plantilla y en un duelo en el que las miradas ya iban claramente al entrenador catalán tras la nefasta imagen que su equipo dejó en Vitoria ante el Alavés, donde cayó claramente el pasado viernes.

Ante el Valladolid no mejoró, ni muchísimo menos, pero se agarró a un gol de Peque al filo del descanso y al chispazo salvador de Ejuke para salvar los muebles y respirar ahora que se le empina el calendario, con la visita a San Mamés y el derbi ante el Betis antes del segundo parón.

Sin la referencia de su delantero Isaac Romero, que no se recuperó a tiempo del esguince de tobillo que sufrió ante el Alavés, García Pimienta presentó en su once a los suyos la alegría de la inclusión de Jesús Navas. La leyenda sevillista lucha contra una lesión crónica de cadera que le hace dosificar sus esfuerzos, pero en esta ocasión, como hace catorce días ante el Getafe, quiso liderar a su equipo en busca de la segunda victoria, aunque el palaciego esta vez no estuvo acertado.

Y es que a este Sevilla tan falto de calidad le cuesta una enormidad hacerse respetar ante sus rivales, sea el que sea. El Valladolid es un recién ascendido que salió con la lección aprendida: acumular hombres en la zona de iniciación del Sevilla para no dejarlo salir con balón. El resultado fue una primera parte soporífera con un equipo local impotente para llevar peligro y que cuando llegaba a las inmediaciones del área rival salían a relucir las carencias.

Iheanacho, el sustituto de Isaac, no daba una a derechas. El nigeriano, que tiró también un balón claro a las nubes, llegó a rematar un centro de Lukébakio hacia atrás y el único intento con cierto peligro fue un zurdazo de Saúl a bote pronto tras un rechace que lamió el larguero.

Sin embargo, un golpe de suerte sonrió al Sevilla antes del descanso tras una serie de rebotes y malos despejes de los defensas rivales en el área del Valladolid que acabó con un centro atrás de Lukébakio que embocó Peque al alimón con David Torres en su intento de despejar.

En la segunda mitad las cosas se torcieron pronto, primero con la lesión de Saúl e inmediatamente después con el empate pucelano, obra de Kike Pérez en un fallo defensivo en cadena. Llegaron las prisas, Peque tuvo el segundo solo ante Hein, pero finalmente fue Ejuke en una gran acción el que decidió con un sutil remate cruzado. Todavía habría más sufrimiento con la expulsión de Marcao. Pero es lo que toca. Este Sevilla está hecho para sufrir.

El partido terminó con un marcador de 2-1 a favor del Sevilla, con goles de David Torres, Kike Pérez y Chidera Ejuke. El Valladolid se llevó la expulsión de Marcao y el Sevilla la lesión de Saúl.