La menopausia es un proceso natural que todas las mujeres experimentan en algún momento de sus vidas. Sin embargo, durante este período, también conocido como perimenopausia, surgen una serie de síntomas y cambios fisiológicos que pueden afectar la calidad de vida de las mujeres. Uno de los problemas más comunes y silenciosos que se asocian con este período es el estreñimiento. Aunque a menudo se considera un tema tabú, el estreñimiento es un problema que puede tener graves consecuencias para la salud si no se aborda de manera adecuada. En este artículo, exploraremos la relación entre el estreñimiento y la perimenopausia, y cómo esta condición puede ser un indicador de problemas de salud más graves si se deja sin tratar.
Desvela el secreto: el estreñimiento, un compañero silencioso durante la perimenopausia
La perimenopausia, esa etapa de transición hacia la menopausia, trae consigo una serie de cambios en el cuerpo femenino. Entre los más comunes, se encuentra el estreñimiento. Un estudio de la Universidad de Stanford revela que el 14% de las mujeres sufre trastornos de la motilidad intestinal durante la perimenopausia, y este porcentaje aumenta al 38% en la menopausia.
Wendie Taylor, especialista en Dietética y Nutrición, explica que las fluctuaciones hormonales pueden causar diversos estragos en el cuerpo, tanto físicos como emocionales. En particular, las variaciones en los niveles de estrógeno y progesterona pueden alterar el equilibrio del cuerpo y afectar las deposiciones, ya que la disminución de estrógeno ralentiza las contracciones intestinales.
¿Por qué ocurre?
Las principales culpables son las hormonas. Las fluctuaciones en los niveles de estrógeno y progesterona alteran el equilibrio intestinal, ralentizando las contracciones musculares y dificultando el tránsito de las heces.
A esto se suman otros factores como:
- Descenso de la tasa metabólica: La digestión también se vuelve más lenta.
- Estrés: El aumento del cortisol empeora la situación.
- Dieta inadecuada: Pobre en fibra y rica en alimentos procesados.
- Deshidratación: Beber poca agua endurece las heces.
- Sedentarismo: La falta de actividad física afecta la motilidad intestinal.
- Medicamentos: Algunos pueden tener efectos astringentes.
- Debilidad del suelo pélvico: Un músculo debilitado dificulta la evacuación.
¿Cómo combatirlo?
Afortunadamente, el estreñimiento en la perimenopausia se puede prevenir o tratar con medidas sencillas:
- Aumentar la ingesta de fibra: 25-30 gramos diarios. Frutas, verduras, cereales integrales y legumbres son buenas fuentes.
- Beber suficiente agua: Entre 1,5 y 2 litros diarios.
- Realizar actividad física: Al menos 30 minutos diarios de ejercicio moderado.
- Consumir probióticos: Favorecen el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas.
- Regular el horario de comidas: Comer a la misma hora cada día ayuda a entrenar al intestino.
- Evitar alimentos procesados: Altos en grasas saturadas y azúcares refinados.
- Ir al baño cuando se sienta la necesidad: No reprimir las ganas.
- Adoptar una postura adecuada: Inclinarse hacia delante y apoyar los codos en las rodillas.
- Considerar suplementos de estrógeno: Bajo supervisión médica.
- Laxantes: En casos puntuales y bajo supervisión médica.
Si el estreñimiento persiste o se acompaña de otros síntomas como dolor abdominal, sangre en las heces o pérdida de peso, consulta con tu médico. Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.
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