El país europeo que debes evitar si odias el turismo masivo: tres visitantes por cada habitante
Si eres de esos viajeros que buscan evadirse del bullicio y la multitud, es hora de tomar nota. Un país europeo se ha convertido en el destino más saturado de turistas, con un índice de turismo masivo que supera todos los límites. La relación entre la población local y el número de visitantes es alarmante: tres turistas por cada habitante. Esto significa que, en este país, la tranquilidad y la paz se han convertido en un lujo inalcanzable. Si eres un amante de la intimidad y la calma, es hora de buscar un destino alternativo. ¡Descubre cuál es el país que debes evitar a toda costa!
El país más superpoblado por turistas en Europa
A pesar de que el verano ya está llegando a su fin, todavía hay muchas personas que tienen vacaciones pendientes. De hecho, cada vez son más los que se guardan unos días para el mes de septiembre esperando encontrar mejores precios y menos gente en sus destinos turísticos. Sin embargo, hay sitios que, independientemente de la época del año, siempre están a tope de turistas.
Un destino atractivo
España es, sin duda, uno de los destinos más atractivos para buena parte de los europeos, pero su tamaño, población y el hecho de que haya muchos puntos de interés permiten que los visitantes estén más repartidos. Sin embargo, hay un país que, con solo nueve millones de habitantes, recibe más de 30 millones de visitantes cada año. Se trata de Austria, que gracias a Viena y a sus destinos de naturaleza, se ha convertido en el país de Europa más superpoblado por turistas.
Por cada habitante de Austria, recibe más de tres turistas. Esta cifra es alarmante y provoca problemas en pequeños pueblos con encanto y zonas naturales, que no están preparados para recibir tal cantidad de visitantes.
Protestas por la masificación
Viena, como decíamos, es el principal destino turístico de Austria. La capital del país está preparada para recibir turismo de forma masiva, pero otros lugares tienen más problemas para lidiar con tanta visita. Es el caso de pequeños pueblos con encanto y zonas naturales. Aquí los problemas son mayores y en sitios como Hallstatt, un pueblo con encanto a orillas del lago del mismo nombre, ya han empezado a haber manifestaciones por los problemas que ocasionan en su día a día la cantidad de visitas que reciben.
Los problemas son mayores en zonas naturales y pueblos pequeños, que no están preparados para recibir tal cantidad de visitantes. La masificación es un problema que afecta a la calidad de vida de los habitantes de estos lugares, que ven cómo su tranquilidad y su forma de vida se ven alteradas por la gran cantidad de turistas.
Una respuesta necesaria
En España estamos acostumbrados a estas concentraciones que protestan contra el turismo masivo. Hace apenas un mes, más de 2.000 personas se manifestaban en Barcelona por el mismo motivo. Como vemos, todos los países tienen que lidiar con un problema cuya solución parece difícil.
Es necesario encontrar una solución que permita conciliar el desarrollo turístico con la calidad de vida de los habitantes de los lugares turísticos. De lo contrario, el turismo masivo puede convertirse en un problema para los mismos lugares que lo promueven.
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