El ingenioso y audaz truco de la pegatina en la matrícula que desactiva los radares

El ingenioso y audaz truco de la pegatina en la matrícula que desactiva los radares

En un sorprendente hallazgo, una ingeniosa técnica ha sido descubierta para burlar los sistemas de radar utilizados por las autoridades para controlar la velocidad de los vehículos. Se trata de una pegatina especial que se coloca en la matrícula del vehículo, capaz de desactivar los radares y evitar así la detección de excesos de velocidad. Esta astuta estrategia ha generado un gran interés en la comunidad de conductores, quienes buscan evitar las multas y sanciones relacionadas con la velocidad. En este artículo, exploraremos en detalle cómo funciona este ingenioso truco y las implicaciones que tiene en la seguridad vial.

El ingenioso truco para ocultar la matrícula que puede costarte euros

Cada cierto tiempo, en las redes sociales aparecen soluciones creativas para ocultar tu matrícula de los radares. Que si placas retráctiles que se esconden a través de un intricado mecanismo, que si hojas falsas que se enganchan con imanes a la placa. el último truco para evitar las multas por sobrepasar los límites de velocidad es invisible: pegatinas reflectantes que simulan los números de la matrícula y convierten en ilegible las fotografías con flash de los dispositivos de control policiales.

El funcionamiento es sencillo. Las pegatinas individuales sirven para ocultar números y letras de la matrícula, y hay productos para todo tipo de mercados en Europa y Estados Unidos. Bien aplicados, no se nota para nada que la matrícula ha sido alterada. Solo cuando interviene el flash es cuando surge el efecto mágico: desaparecen los caracteres y el vehículo deja de ser identificable.

Pegatinas reflectantes que desactivan los radares: una temeridad penalmente castigada

Hay muchísimas ofertas y fabricantes en internet que venden esta solución tan efectiva como temeraria. Huelga explicar el motivo: se trata de un complemento ilegal para nuestros vehículos, ya que incumple las normativas básicas de tráfico. El artículo 10 de la Ley de Tráfico en España, por ejemplo, lo deja bien claro: El conductor debe asegurarse de que las matrículas no presentan obstáculos que impidan o dificulten su lectura e identificación.

La ocurrencia puede salirte muy cara. En primer lugar, porque no todos los radares usan el flash a estas alturas de la película. Ahora, muchos de los más modernos vienen equipados con tecnología de infrarrojos y evita que el flash aparezca en infracciones diurnas. Después están las dos sanciones a las que se enfrenta el conductor que use esta solución para evitar ser cazado excediendo los límites de velocidad establecidos.

La broma de ocultar la matrícula te puede salir muy cara. La placa debe ser siempre perfectamente visible, avisaba la Policía Nacional hace unos meses, cuando se viralizó la solución de la hoja que se pega en la matrícula. Cualquier elemento que tape o dificulte la lectura correcta de las letras o números conlleva una infracción grave multada con 200 euros sin pérdida de puntos en el carnet. Es la misma que se aplica a vehículos que circulen sin su correspondiente matrícula.

Si la policía establece que la manipulación es adrede, la sanción es mucho más severa y contundente. El tema de las pegatinas reflectantes, como la lógica indica, recae en este segundo eslabón punitivo. Alterar o ocultar los dígitos de la matrícula a propósito puede suponer una multa de 6.000 euros, restar seis puntos en el carnet de conducir e incluso conllevar penas de cárcel.

Aunque el truco es francamente efectivo, es una temeridad saltarse la normativa con la intención de obviar las normas básicas de circulación y arriesgarse, además, a terminar en el calabozo por semejante gamberrada.