El guardameta polaco Szczesny, un secreto guardado (Traducción del título original en polaco)
En el mundo del fútbol, hay jugadores que brillan con luz propia y otros que permanecen en la sombra, esperando su oportunidad para destacarse. Szczesny, el guardameta polaco, es un ejemplo de este último caso. A pesar de su talento y habilidad, su trayectoria ha sido marcada por la discreción y la humildad, características que lo han llevado a mantener un perfil bajo. Sin embargo, su capacidad para salvar partidos y llevar a su equipo a la victoria no ha pasado desapercibida. En este artículo, exploraremos la carrera del polaco y descubriremos por quéSzczesny es considerado un secreto guardado en el mundo del fútbol.
El misterioso Szczesny, del fútbol base al Barça, con una vida más allá de la portería
Como no se espera que Wojciech Szczesny (34 años) debute mañana (16.15 horas) en el Alavés-Barça de la 9ª jornada de Liga, el entorno azulgrana dispondrá de dos semanas hasta el Barça-Sevilla (domingo 20, 21.00 horas) para familiarizarse con un nombre polaco de complicada escritura y de imposible pronunciación.
Lo primero se soluciona con un maravilloso ‘control c y control v’, pero lo segundo puede provocar esguince de lengua. Para solucionarlo hay atajos familiares y profesionales. Marina, su mujer, le llama Wojtus en los amorosos mensajes que le dedica en las redes sociales. Y en la Juventus, su último club, sus compañeros abreviaron (y trampearon con la fonética ‘Wojtek’) para bautizarle como Tek, un apodo aceptado por el nuevo portero del Barça, que ayer se entrenó por primera vez con Hansi Flick.
La vida de Szczesny más allá del fútbol
Hechas las presentaciones, innecesarias al tratarse de un guardameta de prestigio con pasado en el Brentford (2009-10), Arsenal (2010-15), Roma (2015-17), Juventus (2017-24) y Polonia (84 internacionalidades y participación en cuatro Eurocopas y dos Mundiales), se puede indagar en el Szczesny más íntimo. Y su vida da para mucho teniendo en cuenta que dejó su Varsovia natal con 16 años para ingresar en 2006 en el fútbol base del Arsenal.
Szczesny, de portero de niño, es padre de Liam, de 6 años y loco por el fútbol (ya pueden hacerle un hueco en la Barça Escola más como jugador que como portero), y Noelia, nacida el reciente 3 de julio, está casado desde 2013 con Marina Luczenko, actriz, cantante y compositora nacida en Ucrania, aunque desde los dos años se mudó con su familia a la Polonia de sus abuelos. Talento de niña en festivales, concursos de TV y películas, fue protagonista de musicales de éxito y se dedicó profesionalmente a su pasión incluso superando un polipo vocal del que fue operada. Triunfa en el mundo del espectáculo, es portada de revistas y sus videoclips tienen miles de seguidores.
Un pasado artístico
Szczesny y Marina estaban predestinados a ser pareja ‘artística’. El portero iba de niño para bailarín de salón, mientras practicaba lanzamiento de jabalina. En el Arsenal, como confirma un reportaje de 2015, se atrevió con el piano con soltura. Y cuando anunció su retirada, no descartó estudiar arquitectura. Mientras, jugaba a golf en Marbella y rodaba un documental sobre su vida. Lo aparcó cuando llamó el Barça.
La portería y la familia
Lo de la portería fue algo tardío, ya de adolescente, pese a que su padre, Maciej, había sido cancerbero del Legia e internacional con Polonia. Su hermano, Jan, también se puso los guantes y milita aún el modesto Gwardia. Y fue vertiginoso porque comenzó con 14 años en el Agrykola de Varsovia, a los 15 pasó al Legia y a los 16 se fue al Arsenal.
Un accidente en el gimnasio ‘gunner’ a los 18 años (se fracturó los dos antebrazos haciendo pesas) le obligó a estar cinco meses de baja y marcó su temperamento. Puede que le costará una cesión al Brentford, pero regresó más fuerte mentalmente. Lo ha demostrado, como cuando presumió de haber arrebatado la titularidad a dos de los mejores porteros del mundo: a Allison, en la Roma, y a Buffon, en la Juventus.
Carácter y meditación
Tiene carácter, mucho, y desde hace años hace ejercicios de meditación para relajarse. Y no sólo eso. Es público que en ocasiones no puede resistirse a un cigarro para combatir el estrés. Defiende que es esporádico y que le viene bien, aunque no siempre ha elegido bien el sitio para hacerlo.
En 2021, durante la Eurocopa, los paparazzi le pillaron fumando un cigarrillo antes del Polonia-España. Y en 2022, también con Polonia tras ganar 1-0 a Gales en la Nations League, le dijo a su entonces seleccionador, Czesław Michniewicz, que el humo que salía de las duchas era por el vapor del agua caliente, aunque el olfato no engañaba al técnico, quien lo explicó luego con simpatía.
En la Juventus, el propio ‘Tek’ explicó que ya no tenía que esconderse porque recibió permiso hasta del psicólogo para hacerlo de forma esporádica donde quisiera “para no estropear su bienestar mental”. En el Barça se intuye que no serán tan benévolos y tendrá que esperar a ganar algún título para dedicarse un mítico ‘por lo bien que lo he hecho, un cigarrito para el pecho'.
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