El color puede marcar la diferencia: cómo elegir el tono adecuado para ahorrar y mejorar tu seguridad
En un mundo donde la eficiencia energética y la seguridad son temas de gran importancia, una herramienta que a menudo pasa desapercibida es el color. Sin embargo, la elección del tono adecuado puede tener un impacto significativo en nuestros bolsillos y nuestra seguridad. De hecho, según estudios recientes, el color de las superficies y los materiales puede influir en la temperatura ambiente, la iluminación y la visibilidad, lo que a su vez puede afectar la eficiencia energética de nuestros hogares y espacios de trabajo. En este artículo, exploraremos cómo elegir el tono adecuado para ahorrar y mejorar nuestra seguridad.
La elección del color puede marcar la diferencia: descubre cómo ahorrar combustible y mejorar tu seguridad en el camino
Dicen que el tamaño importa, pero el color también. Sobre todo cuando hablamos de coches y motocicletas. Lo que dicta la pura intuición ha sido confirmado en cifras por un estudio reciente del laboratorio Lawrence Berkeley en Estados Unidos: hay colores que reflejan mejor la luz solar y ayudan a reducir el impacto del calor en nuestros vehículos, mejorando así el consumo de combustible y las emisiones de gases contaminantes a la atmosfera.
En el caso de los vehículos de cuatro ruedas, las conclusiones del estudio son notables a nivel numérico: un coche negro plantado debajo del sol llegó a estar 25 grados más caliente que el de un coche plateado en las mismas condiciones. Dentro del habitáculo, esa diferencia fue de entre cinco y seis grados.
El esfuerzo para enfriar el vehículo plateado fue un 13% inferior en términos de uso del aire acondicionado. Un ahorro significativo que no solo beneficia al bolsillo, sino también al medio ambiente.
Los colores que importan
Ejemplo de colores estudiados por los científicos:
- Blanco: refleja un 60% de la luz solar
- Plateado: refleja un 60% de la luz solar
- Súper blanco: refleja un 80% de la luz solar
- Negro: refleja solo un 5% de la luz solar
Según los cálculos de los investigadores, sustituir el color negro de un vehículo por un color claro permitiría un ahorro de 0,1 litros cada 100 kilómetros, mientras que hacerlo por un plateado daría una ganancia de 0,2 litros cada 100 kilómetros. Una cubierta súper blanca (más reflectante de las que hay ahora disponibles en el mercado), podría llegar a ahorrar hasta 0,3 litros cada 100 kilómetros.
La seguridad en dos ruedas
A las motos no les afecta el consumo de aire acondicionado, si bien los investigadores recuerdan que el calor es también un factor estresante que obliga a trabajar más el motor de los vehículos, aumentando también su consumo. Aunque el impacto es mucho menor, el color también importa en las dos ruedas, más todavía si hablamos de seguridad.
Una moto amarilla, más visible en todas las condiciones, es un ejemplo de cómo el color puede marcar la diferencia en términos de seguridad. El negro, sí, es bonito y elegante, pero al igual que con el tema del calor que atrapa, es igual de negativo en términos de seguridad.
Es más difícil de ver en términos generales, y de noche la problemática es todavía mayor. Los colores chillones colaboran en hacer más visible al motorista, una ventaja que también se nota en los vehículos grandes como coches, furgonetas, etc. El plateado y el blanco también son mucho más visibles en la carretera, por lo que no solo presentan ventajas a la hora de ahorrar en el repostaje.
Así que, la próxima vez que vayas a comprar un vehículo, piénsatelo bien. El color importa, y harás un favor a tu bolsillo, al medio ambiente, a tu seguridad y a la de los demás.
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