El bullying que llevó a Ayoub Ghadfa a abandonar el ring
La comunidad deportiva se conmocionó al conocer la noticia del retiro del boxeador profesional Ayoub Ghadfa, uno de los más prometedores talentos del mundo del boxeo. Sin embargo, detrás de esta decisión se esconde una historia de acoso y hostigamiento que afectó profundamente la vida del deportista. El bullying, un problema que afecta a miles de personas en todo el mundo, se convirtió en una carga emocional demasiado pesada para el joven boxeador, quien optó por dejar el ring para proteger su salud mental. En las siguientes líneas, profundizaremos en la historia de Ayoub Ghadfa y cómo el bullying afectó su carrera y su vida.
El bullying que llevó a Ayoub Ghadfa a conquistar el ring de boxeo
Si alguna vez tienen la oportunidad, les recomiendo que visiten cualquiera de los gimnasios de César Córdoba, los Sparta. Cuando entran en este templo de las artes marciales se respira respeto y auto-confianza.
Aquí llegan adolescentes e incluso niños y niñas con problemas en el colegio por bullying, el acoso más terrible porque se desarrolla en un entorno supuestamente seguro como es el escolar. Llegan sintiéndose pequeños, vulnerables, algunos incluso con trastornos alimenticios provocados por el acoso.
César Córdoba consigue a través del kickboxing o el boxeo que estos niños recuperen la confianza en sí mismos. Le pasa también con las espartanas, mujeres algunas que han sufrido episodios en su vida nada agradables.
No son todos, por suerte, muchos padres deciden apuntar a sus hijos a la práctica de artes marciales porque les ayuda en su desarrollo como personas.
Eso es lo que pensaron los padres de Ayoub Ghadfa cuando era un niño regordete que tenía que aguantar insultos reiterados por su físico y la procedencia de sus padres. Insultos racistas en su Marbella natal en una sociedad que aún no criminalizaba esas actitudes.
Sus padres le apuntaron a practicar kickboxing para que el pequeño ganase en confianza, para que afrontara los problemas, para que mejorara en sus relaciones sociales.
De víctima de bullying a medallista olímpico
El pequeño creció, se hizo un gigante, y el kickboxing, el deporte que hizo grande a César Córdoba con sus dos campeonatos del mundo, le sirvió además para interiorizar el deporte como forma de vida y la alimentación saludable.
Con 17 años, el azar le llevó a iniciar la carrera de Ciencias del Deporte en Madrid donde quería seguir entrenando en el gimnasio de José Valenciano, en el barrio de Chamberí. Si la puntuación de corte de la selectividad le hubiera permitido entrar en la universidad de Granada quizás ahora no estaríamos hablando de él.
Pero le faltaron cinco décimas y tuvo que estudiar en Madrid, y la historia empezó a escribirse. Ahí el radar de Rafa Lozano actuó para convencerle de pasarse al boxeo.
No sería difícil para él. Tenía un rápido juego de pies y una agilidad que le da el kickboxing para esquivar golpes. Sólo tenía que empezar a sumar golpes a su repertorio y aprender la estrategia de los combates.
Disciplinado, seguro de sí mismo, con ganas de aprender y con una carrera meteórica. En 2022 obtuvo la medalla de plata en el Campeonato Europeo de Boxeo Aficionado, en 2023 la de bronce en el Mundial de Boxeo Aficionado y regresó en 2024 para el primer torneo con el que se hizo con el oro.
Y esto no ha hecho más que empezar. Ayoub Ghadfa, de víctima de bullying a medallista olímpico, es un ejemplo a seguir para todos aquellos que han sufrido en silencio.
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