El Barça en una situación difícil

El Barça en una situación difícil

El Fútbol Club Barcelona, uno de los equipos más laureados y queridos del mundo, se encuentra en una situación crítica en este momento. La reciente derrota en la Liga de Campeones ante el Bayern de Múnich ha generado un gran malestar entre los aficionados y la directiva del club. La inestabilidad en el banquillo y la falta de cohesión en el equipo han llevado a la entidad blaugrana a una racha negativa sin precedentes. ¿Será capaz el Barça de reaccionar a tiempo y salir de esta crisis deportiva y institucional?

El Barça vuela alto, pero la realidad es otra

Cuando te subes a uno de esos globos veraniegos tienes la sensación de que estás cerca del cielo, también del mar y de la tierra. No tienes miedo a nada porque si lo tienes no te subirías. Es como vivir en un mundo feliz pero que disfrutas solo unos pocos minutos. Una pizca de estos sentimientos deben sentir los barcelonistas después del sorprendente debut del equipo en Valencia.

Una victoria, bien. Un triunfo con chavales de la cantera, tres de ellos con 17 años. Súper. Una primera jornada que finaliza como Cruyff siempre quería, mirando por el retrovisor al Madrid. Wuauuu. La historia es bella si la montamos a nuestro acomodo.

Hay quien ha escrito con un poco de mala leche que por primera vez en más de once meses el Barça iba por delante de los blancos. Aquí la verdad es que no sé interpretar si lo dice porque el globo ha subido un poco más de la superficie del mar o porque intenta recordar que la pasada temporada el equipo estuvo lejos del nivel exigido.

No hay que jugar a deshinchar el globo. Todo lo contrario. Hay que pensar en positivo. El equipo de Flick parece funcionar con el semillero de La Masia, el más productivo del mundo del fútbol, y con la mitad de la afición que solo puede apoyarle cada vez que juega en casa. El optimismo, en ese aspecto, está más que justificado.

Los ojos exigentes del socio deben mirar hacia otro lado. Hacia la gestión de la directiva, cada vez menos clara, improvisada y llena de oscuridades. Flick, como habría hecho Xavi, funcionaría con lo que hay. La fiscalía del equipo son los resultados. La gestión de Laporta hasta ahora no ha tenido fiscales.

Es hora de separar la ilusión de la realidad. El Barça puede seguir volando alto, pero es importante recordar que la gestión del club no es la que se esperaba. Es importante mirar hacia adelante, pero también hacia atrás, y ver los errores que se han cometido.

El optimismo es necesario, pero también la realidad debe ser enfrentada. El Barça puede seguir sorprendiendo, pero la gestión del club debe ser más transparente y más responsable. Solo así se podrá hablar de un futuro prometedor para el equipo.