El Athletic ha ganado dos de los últimos nueve partidos después del parón liguero.

El Athletic Club ha tenido un desempeño irregular en los últimos encuentros, al ganar solamente dos de los nueve partidos disputados después del parón liguero. Esta noticia ha generado preocupación entre los aficionados y seguidores del equipo, quienes esperaban un rendimiento más consistente por parte de los jugadores. La falta de resultados positivos ha llevado a cuestionamientos sobre el nivel de juego y la estrategia empleada por el cuerpo técnico. A pesar de contar con un plantel con talento y experiencia, el Athletic ha mostrado dificultades para conseguir victorias en esta etapa de la temporada. Los próximos compromisos serán clave para determinar si el equipo logra revertir esta racha negativa y recuperar la senda del triunfo.

El Athletic ha perdido fuelle en LaLiga tras el parón liguero

El Athletic ha perdido fuelle en LaLiga tras el parón liguero

El Athletic solo ha ganado dos de los últimos nueve partidos de Liga. Solo un par de empates caseros tras el último parón liguero. De cuartos tras la victoria frente al Alavés en San Mamés con un punto de ventaja sobre el Atlético de Madrid en la jornada 29 a quintos en la jornada 32 a tres de distancia de los colchoneros, a falta además de lo que estos hagan hoy en Mendizorrotza.

El panorama liguero del Athletic ha dado un giro importante un mes después. La realidad en el llamado torneo de la regularidad es la que es, aunque no hay que dejar de lado el hecho de que en medio de esta cuesta abajo los leones se han proclamado campeones de Copa. Un título que además trae consigo la clasificación europea de cara a la temporada que viene.

La vuelta a la competición tras el último parón liguero se saldó con una derrota más o menos previsible en el Bernabéu ante el líder Real Madrid. Días después llegó la final de La Cartuja en Sevilla frente al Mallorca saldada de manera satisfactoria en la tanda de penaltis. El reencuentro con la competición doméstica se produjo ocho días después tras una semana cargada de celebraciones, Gabarra incluida.

El Athletic, pese a todo, supo competir frente al Villarreal de Marcelino en el reencuentro con la Liga. Todo estaba saliendo a pedir de boca para los intereses rojiblancos cuando un penalti muy discutible, por no decir inexistente, permitió a los amarillos empatar en el tiempo de prolongación. Parejo acertó así a nivelar el gol conseguido previamente por Sancet.

Superado este mal trance y el éxito copero, los de Valverde volvieron a competir en San Mamés con el objetivo de recortar distancias y meter presión al Atlético. La visita del casi descendido Granada sonaba a una buena oportunidad para subirse de nuevo al tren de la victoria. Nada más lejos de la realidad.

Más de lo mismo. El conjunto nazarí salió a por todas y en apenas seis minutos mandaba en el marcador. Los leones fueron controlando poco a poco la situación e incluso llegaron a empatar por medio de Guruzeta, su actual killer, pero la reacción no les dio para más. El conjunto nazarí ofreció un nivel en Bilbao mucho más alto que el que su pobre situación clasificatoria refleja. El Athletic, al contrario.

No todo fueron méritos del rival, tanto del Granada como del Villarreal, sino que también hubo mucho de demérito propio y del colegiado de turno. El nivel del arbitraje de Iglesias Villanueva el pasado viernes estuvo a una altura similar al de Cuadra Fernández días antes contra los de Marcelino. Por muy raro que parezca, Valverde llegó a ser amonestado por protestar alguna de sus decisiones.

El factor arbitral, en cualquier caso, no debe ser excusa para justificar los dos empates consecutivos cosechados por los leones en su reencuentro con la Liga tras proclamarse campeones de Copa. Al equipo le ha faltado la frescura de compromisos anteriores en San Mamés. El técnico gasteiztarra ha tirado de la práctica totalidad de su plantilla sin llegar a obtener el resultado esperado.

Llamativo, sobre todo, las variaciones llevadas a cabo en la llamada sala de máquinas. La baja por sanción de Galarreta hizo que Valverde apostara por Prados y Vesga ante el Villarreal, aunque ambos acabaran siendo sustituidos y se pasaran todo el choque ante el Granada en el banquillo.

La apuesta ante el conjunto nazarí por el propio Galarreta y Unai Gómez tampoco acabó de dar el equilibrio que necesitaba el Athletic para afrontar un choque ante un rival al borde del descenso. La salida de Ander Herrera en ambas ocasiones aportó claridad y creatividad, pero no se tradujo en una superioridad suficiente como acabar ganando.

Javier Santos

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