Despidos con sentimiento: Escudero y Jordi Masip dejan el club con emotivas despedidas
En un día lleno de emociones, el club ha dicho adiós a dos de sus jugadores más queridos. Sergio Escudero y Jordi Masip han abandonado la entidad después de años de servicio y dedicación. Ambos jugadores han dejado un legado indeleble en la historia del club y sus salidas han sido muy sentidas por los aficionados. Las despedidas emocionantes de estos dos cracks han sido el tema del día en el mundo del fútbol. A continuación, te contamos más sobre la salida de estos dos ídolos del club.
Despidos con sentimiento: Escudero y Masip abandonan el Real Valladolid con emotivas despedidas
Sergio Escudero y Jordi Masip ya son historia del Real Valladolid. No solo por su rendimiento en los años que defendieron la camiseta albivioleta, sino porque este jueves pusieron fin a su trayectoria en la entidad, que decidió no prorrogar sus respectivos contratos.
Ambos han querido despedirse de la afición vallisoletana con sendos mensajes en los que han confesado lo difícil que les resulta aceptar el punto final que ponen a su trayectoria pucelana.
El emotivo mensaje de Sergio Escudero
Lo intuía, pero cuando ha llegado la llamada del Real Valladolid he recibido la noticia que no deseaba. Estaba esperando que me comunicaran una continuidad que no se ha podido dar. Pero, no me queda ápice de rencor, no busco molestar a nadie, y no deseo estropear mi despedida.
Me voy con la conciencia tranquila porque siempre he dado todo por este club. Era un sueño volver al equipo de mi ciudad y por eso doy gracias a todos aquellos que me han ayudado a crecer y a progresar.
Claro que me hubiera gustado seguir, pero ahora tengo que afrontar que mi etapa aquí ha terminado. Me siento orgulloso y satisfecho de todo el tiempo pasado como blanquivioleta, sobre todo tras conseguir el objetivo de devolver al equipo al lugar que le corresponde, como institución y como ciudad.
Mi experiencia, en este tiempo, me obliga a recordar aquellos años juveniles de Santovenia de Pisuerga, cuando me acerqué a Pucela, para rememorar lo que ahora se ha acabado. Todo suena bien y todo acaba sin más interés que el de agradecer los valores que he reforzado en esta institución.
Me despido desde la calma y con el deseo de no estorbar en los próximos planes del club. Quiero seguir jugando aunque de nuevo sea lejos de mi casa pero con el apoyo incondicional de mi familia.
Gracias Real Valladolid, gracias afición he sentido siempre vuestro calor, gracias presidente, cuerpo técnico, staff, al grupo de trabajadores silenciosos de la entidad dejando claro que mi tiempo aquí nunca será en balde.
El emotivo mensaje de Jordi Masip
Queridos blanquivioletas,
Se me hace muy extraño tener que escribir estas líneas siete años después de mi llegada a Pucela. En aquel momento nunca imaginé que el Real Valladolid se iba a convertir en un club tan especial para mí y para mi familia.
Me siento muy agradecido por haber podido defender tantas veces esta camiseta, por haber podido representar a una entidad histórica y por haberla dejado donde se merece: en la máxima categoría del fútbol español.
Desde mi llegada me inculcaron que el Pucela era especial y así lo he sentido. En todo momento, ya en condición de veterano y capitán, he tratado de transmitírselo a los nuevos compañeros y me voy satisfecho de haber cumplido con el lema que suena en uno de los himnos y que está grabado en el brazalete que he tenido el privilegio de lucir. Recíbeme con orgullo, devuélveme con honor.
Aquí han crecido mis dos hijos, aquí me he sentido como en casa, aquí (dejando a un lado lo malo) he podido sentir la felicidad de tantísima gente en tres ascensos. Por eso quiero que esta carta sirva para dar las GRACIAS a la afición blanquivioleta y a todas las personas que día a día se desviven para hacer al Real Valladolid aún más grande.
Me he sentido parte importante del crecimiento institucional de este gran club que siempre llevaremos en el corazón.
Gracias a Carlos Suárez primero y a Ronaldo Nazário después por confiar en mí. Gracias a los directivos. Gracias a los cuerpos técnicos y a todos los miembros del staff (médicos, fisios, utilleros, empleados…), una familia que vale oro y que he podido disfrutar cada día desde hace siete años. Gracias a todos y cada uno de mis compañeros durante estas temporadas. Ha sido un privilegio compartir el vestuario con vosotros.
Para mí ha sido un orgullo y un honor. Se despide un blanquivioleta más, siempre lo seré y siempre le desearé lo mejor al Real Valladolid.
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