¿Cuánto alcohol se puede beber a la semana sin aumentar el riesgo de cáncer?

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¿Cuánto alcohol se puede beber a la semana sin aumentar el riesgo de cáncer?

La relación entre el consumo de alcohol y el riesgo de cáncer es un tema que ha generado gran interés en la comunidad científica y entre la población en general. Aunque se conoce que el consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de hígado, mama, colon y otros, la cantidad exacta de alcohol que se puede consumir de manera segura sin aumentar este riesgo sigue siendo un tema de debate. En este sentido, un nuevo estudio ha intentado establecer una guía clara sobre la cantidad de alcohol que se puede beber a la semana sin aumentar el riesgo de cáncer. A continuación, presentamos los resultados de esta investigación.

La verdad sobre el alcohol: ¿cuánto es seguro beber a la semana sin aumentar el riesgo de cáncer?

El debate sobre los efectos del alcohol en la salud ha tomado relevancia nuevamente, especialmente entre quienes buscan opciones de vida más saludables. Aunque la tendencia de la sobriedad curiosa gana adeptos, las investigaciones continúan revelando datos preocupantes sobre los riesgos asociados al consumo regular de alcohol, incluyendo el cáncer.

El alcohol y el cáncer: ¿cuál es la cantidad segura de beber a la semana para evitar riesgos para la salud?

El alcohol y el cáncer: ¿cuál es la cantidad segura de beber a la semana para evitar riesgos para la salud?

Investigadores canadienses han analizado estudios diversos para determinar cómo el riesgo de enfermedades, como el cáncer y las otras de tipo cardíaco, se ve afectado por la cantidad de alcohol que consumimos semanalmente. Según las directrices de 2023 de Canadá sobre alcohol y salud, lideradas por Peter Butt, profesor asociado clínico de la Universidad de Saskatchewan, el riesgo se incrementa significativamente a partir de un consumo promedio de siete bebidas estándar por semana.

El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos ha destacado la relación entre el consumo de alcohol y el riesgo incrementado de cáncer, incluso en niveles ligeros. Según sus estudios:

  • Los bebedores ligeros enfrentan un riesgo de cáncer esofágico hasta 5 veces mayor que los no bebedores.
  • Los bebedores moderados tienen un riesgo 1,8 veces mayor de cáncer oral y de garganta, y 1,4 veces mayor de cáncer de laringe en comparación con los abstemios.
  • En el caso del cáncer de mama, se observa que los bebedores ligeros tienen un riesgo ligeramente mayor (1 vez) que los no bebedores, aumentando a 1,23 veces para los bebedores moderados y hasta 1,6 veces para los bebedores pesados.

El debate sobre los niveles seguros de consumo ha llevado a un comité federal en Estados Unidos a revisar sus pautas. Actualmente, recomiendan un máximo de dos bebidas al día para hombres y una para mujeres. Un estudio reciente, publicado en la revista de la Sociedad Estadounidense del Cáncer y mencionado por The Wall Street Journal, destaca que el alcohol figura como el tercer factor de riesgo más significativo para las mujeres y el cuarto para los hombres en términos de riesgos de cáncer que pueden ser modificados mediante cambios en el comportamiento.

Otras consecuencias en el abuso del consumo de alcohol

El consumo de alcohol, más allá de sus efectos inmediatos, tiene repercusiones severas en la salud a largo plazo. Investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han revelado que reducir el consumo de alcohol a niveles recomendados podría prevenir aproximadamente 16,800 muertes anuales en Estados Unidos. Específicamente, limitar el consumo a una bebida al día podría evitar unas 650 muertes entre los hombres.

El consumo excesivo de alcohol en sesiones cortas, definido como la ingesta de cuatro a cinco o más bebidas en una sola ocasión, no solo incrementa el riesgo de accidentes y lesiones, sino que también se ha vinculado con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 según estudios recientes.

Cuando el alcohol se metaboliza en el cuerpo, se convierte en acetaldehído, un compuesto tóxico que puede dañar el ADN y las proteínas. Además, genera moléculas reactivas de oxígeno que pueden ocasionar daños en proteínas, grasas y el ADN celular. Este proceso también puede aumentar los niveles de la hormona estrógeno, contribuyendo así al riesgo de cáncer de mama.

Aunque el consumo moderado de alcohol puede ser parte de la cultura y la vida social, es crucial entender y considerar los riesgos significativos que conlleva para la salud a largo plazo. Reducir el consumo y adoptar hábitos más saludables puede ser decisivo para prevenir enfermedades graves y mejorar la calidad de vida.

Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.

Luis Gutiérrez

¡Hola! Soy Luis, autor en El Alcoraz, un periódico independiente especializado en fútbol y deportes. Mi pasión por la actualidad deportiva me impulsa a ofrecer las últimas novedades con la máxima objetividad y rigor. ¡Descubre junto a mí todo lo que necesitas saber sobre el emocionante mundo del deporte!

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