Carolina Marín, imparable, vuelve a ser campeona de Europa.

La destacada jugadora de bádminton, Carolina Marín, ha vuelto a demostrar su indiscutible talento al consagrarse una vez más como campeona de Europa. Con un desempeño excepcional y una determinación inquebrantable, Marín ha logrado imponerse en la competencia, consolidándose como una de las mejores deportistas de la disciplina a nivel mundial. Su imparable actuación en el torneo ha dejado a todos los aficionados maravillados, reafirmando su posición como una referente indiscutible en el mundo del bádminton. Esta victoria no solo representa un logro personal para Marín, sino que también es un verdadero orgullo para el deporte español. Sin duda, Carolina Marín continúa escribiendo su legado como una campeona insuperable.

Carolina Marín se corona por séptima vez como campeona de Europa de bádminton

La leyenda sigue. Carolina Marín se ha proclamado este domingo campeona de Europa de bádminton por séptima vez, con otro oro en los Juegos Europeos también en su palmarés, para reivindicarse como la indiscutible reina histórica de su deporte a nivel continental. Porque ningún nadie le tose en clave europea desde que en 2014 conquistó su primer título en el torneo. No ha fallado a su cita con el oro desde entonces, con un dominio imperial que ha vuelto a reflejar en la final de este domingo.

En ella ha superado por 21-11 y 21-18 a una batalladora Kirsty Gilmour, quien le ha puesto en aprietos en el segundo set pero no ha podido forzar la manga definitiva. Y es que hay pocas jugadoras que se puedan mover mejor que la española en los momentos importantes. Por el momento, ninguna de ellas pertenece a un continente europeo que Carolina Marín domina con puño de hierro desde hace años.

2014, 2016, 2017, 2018, 2021, 2022 y este 2024 le han visto colgarse el oro continental de su cuello, al igual que el 2023 vio a los Juegos Europeos coronar a una jugadora onubense que no se cansa de ganar. Lo está demostrando en este 2024 pletórico.

No son solamente siete más uno los títulos europeos que acumula en su historial, sino que en su palmarés de este año ya brillan con luz propia las victorias cosechadas en todo un Super 1000 como el All England, en el Super 300 del Open de Suiza y en este campeonato continental.

Renunció Marín en días previos al Open de España con la vista fija en el evento que se ha disputado en Saarbrücken, sabedora de que era el punto propicio para seguir extendiendo su leyenda en un año que tiene como cita clave la de los Juegos de París.

Dicho y hecho. Ya son tres títulos este año y nada menos que treinta y nueve profesionales en una carrera deportiva de leyenda que sigue engordando los grandes trofeos de su historial. Una leyenda que no avista fin porque Marín sigue dominando con holgura a sus contemporáneas europeas.

Una de las que más problemas le había planteado en el pasado era Kirsty Gilmour, pero la salida en tromba de la española en el primer set le ha dado un colchón muy grande de cara a la resolución de la final. En ella ha respondido mejor en los momentos de presión en el segundo set para acabar cerrando un nuevo trofeo para su historial.

Tenía clara Carolina la búsqueda de la red, patrón habitual en su juego, para poder dominar los puntos. Pagaba los primeros compases de la final Gilmour, con varios errores no forzados que conducían a Marín hacia el 7-2.

Era el momento en el que la escocesa intentaba reaccionar, variando con volantes cortos y soltándose con el revés para caminar hacia un 11-7 abajo para ella al intervalo. No se dejaba sorprender Marín en la reanudación, buscando el cuerpo de su rival, variando direcciones y tratando de atraer a la red a Gilmour para después cambiar el juego al fondo de pista, una situación que le acarreaba algún error no forzado más de la cuenta.

Pese a ello, se colocaba 15-11, momento en el que los errores no forzados en la raqueta de la escocesa y las grandes defensas de Carolina hacían el resto para caminar hacia el 21-11 tras seis puntos consecutivos que certificaban la primera manga.

Estaba decidida a cambiar su patrón de juego Gilmour en el segundo set, buscando mover el volante de forma menos ajustada hacia las líneas. Lo cierto es que, con menos errores no forzados, se metía de lleno en el partido, dominando el juego y con Carolina dependiendo por momentos de los fallos rivales y de destellos en su juego.

Pero aun así lograba tomar una pequeña ventaja de 6-4 a partir de la cual poder construir el segundo set. Los remates errados por la escocesa se sucedían con otros golpes ganadores mientras Marín, obligada a defender con más vehemencia que en la manga inicial, sabía aprovechar a la perfección sus momentos.

Especialmente, aquellos en los que podía tomar la iniciativa desde el fondo de pista para bajar velocidades y entrar para dominar. Así, Marín caminaba hacia el 11-8 al intervalo. Tras él, la onubense comprobaba cómo sus volantes cortos hacían mucho daño en el juego de Gilmour.

A sus treinta años, Carolina Marín sigue ampliando una leyenda que empezó hace ya una década en el planeta bádminton. Pero nadie ha logrado hasta el momento en clave europea frenar a un ciclón imperturbable ante lesiones o golpes. La pupila de Fernando Rivas, junto a todo su equipo, siempre encuentra la manera de levantarse para volver a dominar con puño de hierro. Y por ello sigue siendo indiscutiblemente la mejor jugadora de Europa.

Luis Gutiérrez

¡Hola! Soy Luis, autor en El Alcoraz, un periódico independiente especializado en fútbol y deportes. Mi pasión por la actualidad deportiva me impulsa a ofrecer las últimas novedades con la máxima objetividad y rigor. ¡Descubre junto a mí todo lo que necesitas saber sobre el emocionante mundo del deporte!

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