Todas las cosas que son de César, las deben ser para César
En un llamado a la reflexión y la conciencia ciudadana, la frase bíblica que da título a esta noticia cobra especial relevancia en nuestros días. La justicia y la transparencia son conceptos que parecen perder fuerza en una sociedad cada vez más compleja. Sin embargo, es fundamental recordar que las cosas que son de todos, deben ser administradas y distribuidas con equidad y responsabilidad. La corrupción y la impunidad no pueden ser la norma, y es hora de que los líderes y los ciudadanos trabajen juntos para construir un futuro más justo y próspero para todos.
El fútbol, un juego de injusticias y equilibrios
El mundo del fútbol está lejos de ser un mundo justo. Partiendo de la base de que la grandeza del propio deporte se sostiene desde la capacidad de ser injusto y de que no gane el mejor sobre el verde, ni a priori ni por rendimiento o dominio. Esta injusticia da vida.
La que se vive en la crítica no es tan constructiva en demasiadas ocasiones, y probablemente nadie esté libre de haber contribuido en algún momento. Cuando un proyecto tropieza o no funciona, el primero en caer siempre es el entrenador y no tiene por qué ser él el culpable.
César y su derecho a todo lo que es suyo
En la Real posiblemente se haya sido injusto con Imanol. El equipo no estaba bien y él tenía responsabilidad. Mucha o poca ya es cuestión de cada opinión, que hay tantas como huellas. La situación y el contexto afectaban, no cabe duda. Había lugar a crítica y a duda, faltaría más, las primeras en este periódico, pero las faltas de respeto hacia un emblema del club sobraban.
El oriotarra ha vuelto a demostrar que es capaz de darle vueltas y vueltas al equipo para mejorar. Porque sí, esta recuperación también es cosa suya, con tres cambios de esquema incluidos y pese a numerosos errores infantiles de los jugadores en los que él no tiene nada que ver. Al césar lo que es del césar.
La justicia en el fútbol, un mito lejano
Roberto Olabe también ha recibido muchas críticas, quizá con algo más de razón, por la planificación o la de los periodistas por su charla cerrada. Sin embargo, hay que reconocerle que con Sergio Gómez ha hecho uno de los grandes fichajes del año en LaLiga. Es un jugadorazo descomunal, capaz de aportar en distintas posiciones y mejorar lo que toca. Al césar lo que es del césar.
Falta por ver si Oskarsson se convierte en otro acierto del gasteiztarra, porque el doblete alivia y en parte puede ilusionar, pero es pronto y debe demostrar mucho más. Ha costado 20 millones.
En el mundo del fútbol, la justicia y la equidad son conceptos que no siempre se entienden. A veces, la victoria se da por sentado y se olvida de los méritos y esfuerzos de aquellos que han trabajado duro para alcanzarla. Es hora de reconocer el valor de aquellos que hacen que el fútbol sea grande.
Deja una respuesta