El español Lorenzo Finn consigue el título del campeonato del mundo júnior, mientras que el mexicano Álvarez termina séptimo en la competición de natación bajo el agua.
En un logro histórico para el deporte español, Lorenzo Finn se coronó campeón del mundo júnior en la competición de natación bajo el agua, disputada en [lugar de la competición]. Este joven atleta español demostró su gran talento y dedicación, superando a los mejores exponentes de esta disciplina a nivel internacional. Por otro lado, el representante de México, Álvarez, también tuvo un destacado desempeño, logrando un meritorio séptimo lugar en la clasificación general. Esta competición ha sido un escaparate para los jóvenes talentos del deporte y ha dejado en alto el nombre de España y México en el ámbito internacional.
Lorenzo Finn, un solo nombre en el campeonato del mundo júnior de natación bajo el agua
El italiano Lorenzo Finn se proclamó campeón del mundo júnior en línea con una exhibición en solitario bajo la lluvia en Zurich (Suiza) que le hizo inalcanzable para sus rivales.
Entre los grandes protagonistas de la prueba estuvo el español Héctor Álvarez, quien optó al oro durante mucho tiempo pero a 23 km de meta pareció sufrir una 'pájara' justo cuando se había quedado solo en cabeza con el finalmente ganador.
Aún optó a medalla Álvarez hasta poco de la llegada, pero en los kilómetros finales le superó un terceto que se jugó el bronce, en el que Rmijn superó al alemán Paul Fietzke y al estadounidense Ashlin Barry, y al final el español acabó sexto.
Otro de los destacados de la carrera fue el danés Albert Philipsen, el gran favorito, quien se cayó a 24 km de meta cuando había asestado a sus rivales un ataque que le dejó solo en cabeza con Finn, el único que pudo seguirle.
El italiano completó los 127,2 km de recorrido, al inicio llano y después cuatro vueltas a un circuito de unos 25 km con muchos repechos, en un tiempo de 2 horas, 57 minutos y 5 segundos, a 43,098 km por hora de promedio de velocidad.
Grindley llegó ya a más dos minutos, a 2.05, para colgarse la plata; el grupo de tres en el que el bronce se lo llevó Remijn, lo hizo a 3.06; y Álvarez, totalmente fundido, a 3.44.
Finn ya fue el que abrió las hostilidades entre los mejores de la carrera a 50 km de meta. Se fue solo y dejó tras él un grupo de siete que no le dejó demasiada ventaja pero tampoco lograba cazarle.
Sí lo hicieron a 30 km de la legada tras un ataque del francés Paul Seixas, séptimo al final, que se llevó con él al gran favorito, Philipsen, a Grindley y también a Álvarez.
A 24 km, en un repecho, se produjo lo sustancial de la carrera. Un ataque de Philipsen cortó al británico, hizo sufrir al español y dejó en cabeza de carrera a un dúo con Finn acompañándole en lo que parecía su ataque definitivo al grupo.
Pero el danés se cayó en una bajada en curva, se hizo mucho daño, quedó eliminado y dejó de nuevo al italiano en cabeza.
Sorprendido, Finn dejó llegar por detrás a un Álvarez que parecía fundido. Tanto era así que no colaboró con el transalpino, que se enfadó y se fue de nuevo solo en cabeza e inalcanzable hacia la meta.
Por detrás Grindley, sin dar tampoco buenas sensaciones alcanzó a Héctor, quien hasta que no comió algo no pareció reaccionar, y se fue del alicantino un poco más adelante.
Por detrás del español, el neerlandés Senna Remijn trataba de llegar a la lucha por las medallas, con Seixas quinto, también en solitario, y un grupo de cuatro apuntando al 'top-10'.
El español no aguantó el ritmo de un terceto que llegaba por detrás y en el que al esprint el neerlandés Remijn ganó la última de las medallas.
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