Imanol da otro golpe de efecto en su regreso a la Real
El futbolista vasco Imanol ha vuelto a hacerse notar en su esperado regreso al Real, el equipo que lo vio nacer como profesional. En su segundo partido desde su regreso a la élite, Imanol no ha defraudado y ha marcado un gol de efecto que ha sido clave para la victoria de su equipo. La afición realista ha vuelto a disfrutar de la habilidad y la calidad de su ídolo, que parece que no ha perdido un ápice de su brillo en su ausencia. Con este golazo, Imanol ha demostrado que sigue siendo un referente en el equipo y que está listo para darlo todo por el éxito de la Real.
La Real Sociedad encuentra su ritmo con la innovadora formación
En la última semana, Imanol ha experimentado con varias formaciones en un intento por encontrar la mejor versión del equipo. Esta búsqueda táctica ha sido evolutiva en cuanto al rendimiento de los jugadores, desde Mallorca hasta Niza se ha podido ver una Real que poco a poco ha ido cogiendo forma.
La búsqueda de la formación ideal
Uno de los sistemas más utilizados hasta ahora ha sido el 4-3-3. Sin embargo, este sistema resultó ser uno de los más ineficaces, sobre todo en Mallorca. La Real no logró generar el fútbol ofensivo necesario y se volvió de Son Moix con las manos vacías.
En el siguiente encuentro en Valladolid, el técnico oriotarra optó por un 4-4-2 en rombo, una formación más habitual que había funcionado bien durante la temporada 2022/23. Este cambio trajo consigo una mejora notable en el juego del equipo. Con dos delanteros en el frente, la Real mostró más dinamismo y generó numerosas ocasiones, aunque la falta de efectividad se mantuvo como una constante preocupante.
El debut del 5-3-2
Buscando solidez y profundidad, en Niza anoche, Imanol sorprendió con un 5-3-2, un esquema poco habitual para la Real Sociedad, pero no nuevo. Esta formación buscaba brindar más solidez defensiva, siendo la formación más conservadora de las tres, aunque mantenía opciones en ataque, igualando el dibujo con el rival.
La implementación de este sistema trajo consigo novedades en el juego del equipo. Ofreció una mayor protección defensiva. Con la consistencia de tres centrales, tanto Jon Martín como Pacheco se sintieron más resguardados tanto en defensa como en la salida de balón. Además, Odriozola, al jugar en su posición natural como lateral que se suma al ataque, pudo adelantar líneas con más confianza, aportando profundidad por la banda derecha y ayudando a desestabilizar la línea defensa rival.
El despliegue de Barrenetxea también fue notable. Con menos carga defensiva, se mostró como el jugador más desequilibrante del equipo, aprovechando su velocidad y habilidad para generar ocasiones. Se movió mucho. Varias acciones fueron ejemplo de su libertad en este sistema, recibiendo y encarando a la defensa rival con el desparpajo que nos tiene acostumbrados. Y marcando un golazo.
Desventajas y futuro incierto
Sin embargo, la formación también presentó desventajas. Uno de los aspectos más críticos fue el desajuste defensivo en la medular. Zubimendi, al estar acompañado de dos jugadores con roles más ofensivos, se vio desprotegido, lo que dificultó su capacidad para recuperar balones y distribuir el juego. Esta falta de cobertura permitió al Niza ganar duelos en el centro del campo, lo que resultó en varias situaciones peligrosas.
Imanol nunca dejará de sorprender. El equipo supo amoldarse a un sistema novedoso y logró llevarse un punto de Niza. Habrá que ver si la defensa de cinco se mantiene en los planes del técnico oriotarra en los partidos venideros o si se queda como recurso puntual.
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