El Barcelón de Flick revive el esplendor de la década de los 90: gozo, juego y victorias no cesan en el Camp Nou

El fútbol volvió a emocionar en el Camp Nou, el estadio más emblemático del mundo. Con la llegada de Hans-Dieter Flick al banquillo azulgrana, el Barcelón ha revivido el esplendor de la década de los 90, época en la que el equipo culé dominaba los campos de España y Europa. El equipo ha encontrado un ritmo de juego vistoso y atractivo, que ha llevado al gozo a la grada y la afición. Las victorias no cesan y el ambiente en el estadio es de euforia. El juego es fluido, con toques de calidad y llegadas constantes al área rival. El futuro se presenta prometedor para el equipo de Flick, que busca regresar a la cima del fútbol español y europeo.

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Flick revive el Barça de los 90: goleadas y juego valiente en el Camp Nou

Ya comenté en el artículo de la semana pasada que venían dos partidos para confirmar a este Barça. Mónaco y Villarreal eran salidas exigentes y, aunque se perdió en el debut de la Champions League, ese test que se afrontó con un hándicap tan excepcional como el tener que jugar durante 80 minutos con uno menos a causa de la expulsión de Eric Garcia me dejó una impresión futbolísticamente positiva.

Es más, creo que el Barça estaba jugando la segunda parte en inferioridad de manera bastante convincente justo cuando recibió el 2-1. El domingo tocaba ir a Villarreal otra vez con bajas, ante un equipo que venía en una buena dinámica de resultados. Pues bien, lo que vi del Barça me divirtió muchísimo y la goleada fue producto de su superioridad.

Flick está convenciendo a todos de que son capaces de dar el callo y eso se traduce en un fútbol muy valiente, profundo, rápido, agresivo y que, en cuanto se pierde el balón, no se tarda nada en recuperarlo para volver a la carga.

Ese juego desacomplejado, de ir a por el rival sin miramientos no te deja -que se me perdone la expresión- ni ir al lavabo, porque sabes que te vas a perder algo. La verticalidad es una obsesión, igual que acabar cada jugada con un remate de quien sea. Las jugadas se elaboran, pero no más de la cuenta. Es una posesión precisa, la que toca. El balón siempre va hacia adelante y no hay horizontalidad.

El Barça de Flick: un estilo de juego que revive el esplendor de la década de los 90

El Villarreal perdió 1-5 y, es verdad, también pudo hacer algún gol más porque la propuesta es muy osada. Pero el Barça fue mejor, quería más y la sensación era que acabaría ganando bien. La alegría de este Barça de Flick y el estilo de partido, con ‘¡uys!’ y ‘¡ays!’ también del rival, me recordó algo a aquellos partidos del Barça de los 90, con Johan en el banquillo, que viví tan cerca.

La idea es tener balón, pero toda jugada se planea con la intención de meterla en la portería de enfrente. Eso puede que acabe deparando algún marcador de doble número, pero con tanta amenaza del Barça le vale con transformar al menos uno más que el contrario.

La verdad es que, hasta ahora, el trabajo de Flick está siendo muy bueno, porque además de juego y resultados, no se ha quejado de nada, ni de la falta de fichajes, ni de las lesiones, que sin duda es lo peor de esta temporada.

Al revés, el entrenador alemán está confirmando con hechos que no tiene miedo en dar bola a la cantera, que eso no era una frase hueca de cara a la galería. Tío que se rompe, entra otro; así, sin más. Y lo cierto es que el nivel de implicación y de confianza que están transmitiendo los jugadores que prácticamente debutan en la élite es irreprochable. También los veteranos, metidos en faena, desprenden compromiso, desde Lewandowski a Raphinha.

Con sus imperfecciones. buscar el gol constantemente y encontrarlo con tanta frecuencia tiene mucho mérito. Que siga.

La receta es dar confianza al que está. No es necesario fichar a un portero. Lamentablemente, el Barça volvió a sufrir en Villarreal una grave lesión, la de Ter Stegen. Lo primero, desearle una completa recuperación al alemán. Lo segundo, mi apuesta sería creer en lo que tienes y no fichar a nadie a toda prisa.

Es más, viendo cómo está actuando Flick cada vez que se ha roto un jugador de su plantilla, dándole sin remilgos toda la confianza a su sustituto, veo muy probable que aplique ahora el mismo criterio con el portero. A veces, hay demasiados nerviosos. La mejor forma de que el Barça crezca es no faltarle al respeto a un profesional que trabaja cada día para jugar. Iñaki Peña o los porteros del filial aspiran a eso desde niños.

Manuel Ramírez

Soy Manuel, periodista de la página web El Alcoraz. En nuestro periódico independiente de actualidad sobre fútbol y deportes, nos esforzamos por ofrecer las últimas novedades con la más rigurosa objetividad. Con años de experiencia en el mundo del periodismo deportivo, me apasiona investigar y contar las historias que marcan la actualidad deportiva. Mi compromiso es informar con veracidad y profundidad, brindando a nuestros lectores una visión completa y detallada de todo lo que sucede en el mundo del deporte. ¡Bienvenidos a El Alcoraz!

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