Conducir sin restricciones: ¿Es seguro ser diabético o celíaco al volante?

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Conducir sin restricciones: ¿Es seguro ser diabético o celíaco al volante?

La libertad de circular por las carreteras sin restricciones es un derecho que muchos damos por sentado, pero ¿qué sucede cuando se tienen condiciones de salud como la diabetes o la celiaquía? Estas enfermedades crónicas pueden afectar la capacidad de conducción de una persona, lo que plantea la pregunta: ¿es seguro conducir con estas condiciones de salud? En este artículo, exploraremos las implicaciones de la diabetes y la celiaquía en la conducción, y analizaremos las medidas de seguridad que se pueden tomar para minimizar los riesgos y garantizar la seguridad en la carretera.

Seguridad al volante: ¿Qué impacto tienen la diabetes y la celiaquía en la conducción?

En España, existen varias enfermedades y condiciones médicas que pueden afectar la conducción de manera segura. Entre ellas se encuentran trastornos neurológicos y psiquiátricos, problemas visuales, dependencia de sustancias y enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, ¿qué pasa si conduzco siendo diabético o celíaco?

Cómo afecta la diabetes al conducir

Cómo afecta la diabetes al conducir

La diabetes es una enfermedad crónica que, en ciertas circunstancias, puede afectar la conducción segura. Algunos factores de riesgo son:

Hipoglucemia, en especial, hipoglucemia grave: cuando los niveles de azúcar en sangre son demasiado bajos (54 mg/dl), el diabético no debe conducir ya que el cerebro no tiene suficiente glucosa para funcionar adecuadamente. En ese caso, el profesional de salud indicará el límite de glucemia según cada situación específica.

Problemas visuales, como retinopatía diabética y cataratas: estas afecciones comprometen severamente la visión, lo que dificulta la posibilidad de conducir de manera óptima.

Alteraciones neuropáticas: una de las complicaciones severas de la diabetes es la alteración en los nervios, lo que puede afectar la movilidad y sensibilidad en los pies. Este problema interfiere en el manejo del freno, el embrague o el acelerador.

¿Cuándo la diabetes puede afectar a la conducción?

Se sabe que algunas personas con ciertas patologías poseen un mayor riesgo de accidente y existe acuerdo en que la evaluación de las condiciones psicofísicas del conductor se debe realizar de forma individual.

El artículo 22 del Reglamento General de Conductores hace referencia a la diabetes y señala: No debe existir diabetes mellitus que curse con inestabilidad metabólica severa que requiera asistencia hospitalaria, ni diabetes mellitus en tratamiento con insulina o con fármacos hipoglucemiantes.

¿Cómo interpretar la reglamentación?

En el caso de los diabéticos tipo 1, se solicita informe médico favorable cuando el conductor requiere de un tratamiento hipoglucemiante o antidiabético, quedando a criterio del facultativo si reduce el período de vigencia.

En el caso del tratamiento con insulina, se solicita informe del especialista (endocrinólogo o diabetólogo) certificando el control adecuado de la enfermedad. En este caso, el período de vigencia será de cuatro años como máximo.

En el caso de los diabéticos tipo 2, también se solicita informe del especialista (endocrinólogo o diabetólogo) certificando el control adecuado de la enfermedad. En casos muy excepcionales, se otorga un permiso de un año como máximo. En general, los conductores que requieran tratamiento con antidiabéticos orales y presenten informe médico favorable, tienen una vigencia de tres años.

¿Puede conducir si soy celíaco?

La DGT no ha realizado ningún cambio para el 2025. Se mantienen las mismas restricciones que desde 1977. Esto significa que los celíacos pueden conducir sin problema.

De acuerdo al artículo 44 de la Reglamentación General de Circulación, todo aquél que desee conducir deberá someterse a las pruebas y exploraciones necesarias para determinar si reúnen las aptitudes psicofísicas requeridas.

Es importante destacar que la Dirección General de Tráfico y el Ministerio del Interior están considerando bajar la tasa de alcohol en sangre de 0,5 g/l a 0,2. Esta medida, en la práctica, implica no poder tomar ni una gota de alcohol si conduces.

Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.

Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico.

Elena Martín

Soy Elena, redactora jefe con amplia experiencia en el mundo del periodismo deportivo. En El Alcoraz, un periódico independiente de actualidad sobre fútbol y deportes, lidero un equipo comprometido con la rigurosidad y la objetividad en cada noticia que compartimos. Apasionada por el deporte, me dedico a ofrecer a nuestros lectores las últimas novedades con un enfoque profesional y veraz. En El Alcoraz nos esforzamos por mantenernos siempre a la vanguardia de la información deportiva, proporcionando un contenido de calidad y confiable a nuestra audiencia.

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