De vuelta y vuelta: Montilivi regresa a Montilivi
Tras un período de ausencia, el estadio de Montilivi vuelve a ser el hogar del Girona FC. La noticia ha generado un gran revuelo entre los aficionados y seguidores del equipo, que se han sentido alejados de su campo de juego durante la temporada pasada. Ahora, con la renovación y mejora de las instalaciones, el estadio de Montilivi se prepara para acoger de nuevo a los rojiblancos y a sus hinchas, que esperan con ansiedad el regreso a la competición en su campo. En este sentido, la vuelta a Montilivi supone un nuevo comienzo para el club y una oportunidad para recuperar la conexión con sus aficionados.
De regreso al éxito: Barcelona vuelve a ser un equipo dominante y vertical
Parece mentira cómo puede cambiar un equipo solo con algunos retoques y con viento a favor. El Barcelona es ahora mismo un equipo vertical, que mueve el balón con gran rapidez y que da miedo a sus rivales.
Hace apenas cuatro meses, los cuatro goles que el Barça marcó este último domingo cayeron a la inversa exactamente en el mismo escenario, Montilivi. Es bastante llamativo, porque tampoco ha habido grandes cambios en la plantilla culé.
Han llegado Dani Olmo y Pau Víctor, además de los muchachos del filial en los que confía Flick, como Casadó. Y Bernal, por cierto, lesionado, como muchos jugadores importantes como Gavi, De Jong o Araujo. También ha cambiado el entrenador y, por lo que veo, el actual técnico ha conectado con la plantilla.
El optimismo está justificado y si se ratifica en estos dos partidos que vienen, en Mónaco, en el debut de Champions, y en Villarreal, esto ya impresionará. El Girona lo sufrió. Míchel ha perdido jugadores clave y se está reajustando, aunque aviso: ojo con Asprilla. Tiene algo.
La confianza que da el éxito
Al final es muy importante la confianza que dan las buenas rachas. Al Barça de Xavi le faltó la pasada temporada poder encadenar victorias que reforzasen mentalmente al equipo. Y esta temporada el inicio liguero lo que hace es fortalecer la autoestima de los futbolistas.
Entienden lo que les pide el entrenador, saben lo que quieren y lo ejecutan con precisión. Para mí está siendo también fundamental la rapidez con la que juega el equipo. Mueve el balón con ritmo, las transiciones son veloces y además el equipo no es previsible.
Las jugadas se resuelven con pulcritud y rapidez y eso hace que el equipo sea vertical, contundente y muy difícil de controlar.
La baja de Dani Olmo
La baja de Dani Olmo, desde luego, es un contratiempo importante, puesto que se encontraba en un momento dulce y es de esos futbolistas que tienen el arco contrario entre ceja y ceja y no se lo piensan dos veces a la hora de buscar el gol.
Pero, precisamente por la dinámica de buenos resultados, pienso que su ausencia se resolverá bien, porque todos están con la moral por las nubes y entre quien entre se sube a un barco estable y que lleva un rumbo muy claro.
Si miramos bien al Barça en pretemporada, especialmente en la gira por Estados Unidos, recordaremos que Flick probó a varios jugadores en la posición de Dani Olmo. Ahí jugó Pablo Torre a buen nivel. Y en breve volverá a contar con Fermín. También hay gente en el filial y hemos visto que este entrenador no tiene miedo de apostar por la base.
Raphinha, ejemplo de la transformación
Una de las cosas que más me ha llamado la atención en este inicio de temporada es la actitud en general de todos. Pongo como ejemplo a Raphinha. El brasileño ha pasado de ser un futbolista trabajador pero poco trascendente, sustituido en muchos partidos e incluso suplente la pasada temporada, a ser uno de los fijos porque aparte del esfuerzo que siempre aportó, ahora va como un avión y se atreve con cosas a las que antes renunciaba.
Evoluciones personales como la de Raphinha, que ahora es uno de los capitanes, explican que el Barça tenga un ritmo alto de juego que no estoy viendo, ni de lejos, en ningún otro equipo, con el partido de Girona como actuación más completa hasta el momento, por velocidad, posesión, dominio, duelos ganados y la voluntad de ir siempre ‘a barraca’.
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