Tardar en disfrutar: estos son los minutos recomendados para cada comida

Tardar en disfrutar: estos son los minutos recomendados para cada comida

La alimentación saludable no solo se refiere a la calidad de los alimentos que ingerimos, sino también a la forma en que los consumimos. De hecho, la velocidad a la que comemos puede tener un impacto significativo en nuestra salud digestiva y en nuestra sensación de saciedad. Según expertos en nutrición, tardar en disfrutar de nuestras comidas puede ser beneficioso para nuestra salud. Pero, ¿cuánto tiempo deberíamos demorarnos en cada comida? A continuación, te presentamos los minutos recomendados para cada una de ellas, desde el desayuno hasta la cena.

La ciencia revela cuántos minutos debes tardar en disfrutar de tus comidas

¿Usas el móvil mientras comes o continúas trabajando sin hacer una pausa para desconectar, relajar la mente y renovar energías? Este es el mal de muchos de nosotros, pero no hace bien. Seguramente, has escuchado el consejo de comer sin prisa, pero ¿cuántos minutos exactos hay que tardar en comer, según la ciencia?

El momento de comer debe ser un acto placentero y relajado para disfrutar de los sabores de nuestro plato. Pero, además, se asocia a importantes beneficios. En este artículo te contamos la cantidad de tiempo que debemos dedicar a comer, más bien a masticar y disfrutar de los alimentos.

¿Es mejor comer rápido o lento?

Según los expertos, al momento de comer es conveniente evitar cualquier tipo de distracción y comer sin tanta prisa. Este no es un consejo caprichoso, sino que existen varias razones importantes para sumarnos a las premisas de la llamada cultura Slow Food.

Ésta promueve la lucha contra los hábitos poco saludables de la vida moderna, donde la rapidez es el pilar básico, afectando la manera de vivir y, por supuesto, nuestra salud.

Partiendo de esta premisa, profesionales de salud dan cuenta que lo ideal es dedicar a comer unos 20 minutos, incluso, de ser posible, tardar 30 minutos en una comida completa.

En este sentido, explican que uno de los motivos fundamentales es que aproximadamente 20 minutos es lo que tarda en llegar la sensación de saciedad a nuestro cerebro. Esto se traduce en la cantidad de tiempo en que percibimos que estamos llenos.

Cómo se debe comer: ¿rápido o lento?

Tal como sugieren los profesionales, lo ideal es sentarse en la mesa, sin distracciones, sin tanta prisa, y conectándonos con el acto de comer de forma placentera y saludable.

De este modo, no hay dudas de que comer despacio es lo mejor que podemos hacer por el bien de nuestra salud. Pero, si aún así insistes en que no tienes tiempo para dedicarle a la comida, presta atención y conoce los beneficios que brinda comer lentamente:

• Comer despacio mejora nuestra atención en el control de la cantidad de alimentos que ingerimos.
• Comer despacio permite que nuestro organismo reciba los alimentos en un estado placentero y de relajación. Esto se traduce en menos estrés, lo que favorece el proceso de digestión y previene malestares estomacales posteriores.
• Comer despacio hace que nos sintamos satisfechos (sensación de saciedad) con menos cantidad de alimentos ingeridos. Esto, sin dudas, es una forma de regular el apetito y controlar el peso corporal.
• Comer despacio es un buen principio de salud para personas con gastritis u otros problemas gastrointestinales.

Más allá de los beneficios destacados, en nuestro organismo se producen procesos fisiológicos que fundamentan la importancia de comer despacio. Descubre qué pasa en nuestro cuerpo cuando comes:

• Estómago: los líquidos simples (por ejemplo, agua) permanecen en el estómago entre 10 y 40 minutos; mientras que los líquidos complejos (mezclas como batidos con leche) se quedan hasta 60 minutos.
• Intestino: hasta el intestino delgado y grueso, los alimentos menos complejos deberían tardar en ser digeridos entre 6 y 8 horas, dependiendo de factores como, edad y condición física. No obstante, es posible que se demore 5 días o más en abandonar el intestino grueso.

En suma, comer despacio no sólo brinda la posibilidad de disfrutar del acto de comer, sino que permite masticar mejor y favorecer el proceso de digestión, lo que nos favorece a su vez en otros aspectos, como ayudar a controlar el peso corporal.

Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.