¿Por qué debes llevar un sensor de temperatura al entrenar al aire libre en calor?

¿Por qué debes llevar un sensor de temperatura al entrenar al aire libre en calor?

En épocas de calor extremo, los entrenamientos al aire libre pueden ser especialmente desafiantes para los deportistas. La temperatura alta puede afectar significativamente el rendimiento físico y, en algunos casos, incluso poner en riesgo la salud. La temperatura corporal es un indicador clave para determinar el riesgo de golpe de calor, una condición potencialmente mortal. Por eso, es fundamental monitorear la temperatura durante el entrenamiento. Un sensor de temperatura puede ser una herramienta valiosa para los deportistas que buscan entrenar de manera segura y efectiva en condiciones de calor extremo. En este artículo, exploraremos las razones por las que debes llevar un sensor de temperatura al entrenar al aire libre en calor.

Lleva el control en calor: Descubre la importancia de un sensor de temperatura al entrenar al aire libre

Salir a rodar con temperaturas por encima de los 30º C se convierte en una tarea muy complicada, incluso de riesgo. Pero si ante una ola de calor no te puedes permitir parar y dejar de montar en bici, te ofrecemos esta solución tecnológica que puede ayudarte a rodar de forma eficiente y segura combatiendo las altas temperaturas.

Sensor de temperatura corporal: qué es, cómo funciona y qué ventajas tiene

El sensor de temperatura corporal es un pequeño dispositivo que se puede llevar cómodamente pegado al cuerpo, enganchado a una cinta, como puede ser la del sensor de frecuencia cardiaca. El sensor toma la temperatura corporal central del ciclista, la del interior de su cuerpo, responsable de la bajada o subida del rendimiento en muchos casos, o de la aparición de la fatiga.

Los datos de temperatura que el sensor envía a una app móvil propia o a la pantalla del ciclocomputador si es compatible con éste, ayudarán a monitorizar en tiempo real y a saber si es necesario regularse, principalmente con más hidratación, o reduciendo el esfuerzo para guardar fuerzas.

VENTAJAS PRINCIPALES

Las principales ventajas de los sensores de temperatura corporal para el deportista son las siguientes:

Reduce los riesgos de sufrir un golpe de calor: la salud del deportista es lo principal y el sensor, más allá de cuestiones de rendimiento, indicará si tu temperatura corporal central está por encima de lo normal, que suele ser entre 36 y 37º C. Más allá de los 39º internos hay un riesgo de sufrir un desfallecimiento o golpe de calor, más aún si no se está habituado a entrenar con calor.

Facilita una hidratación más eficiente: es una de las razones de su uso por los ciclistas profesionales. Beber adecuadamente es decisivo en el rendimiento. Y el sensor de temperatura aporta información útil sobre el estado de nuestro cuerpo y sus necesidades de hidratación ante esfuerzos intensos, más aún en verano.

Mejora el rendimiento: además de ofrecer información muy valiosa sobre cuándo, cuánto y cómo hidratarse, el sensor de temperatura te avisará de cuándo te estás acercando a tu límite en función de la temperatura de tu cuerpo. El ejercicio con alta temperatura corporal implica mayor transferencia de sangre a los músculos. Un mayor trabajo cardiovascular implica desgaste y aparición de fatiga en el corto plazo.

Por eso, saber regular los esfuerzos y rodar más suave cuando toca puede ser más sencillo con la ayuda de este sensor. Y se traduce además en una mejor adaptación del cuerpo al esfuerzo, permitiendo una mejora física y adaptación paulatina a temperaturas más extremas con el tiempo.

MODELOS MÁS UTILIZADOS

El sensor CORE de Greenteg es el sensor de referencia, que usan la mayoría de ciclistas profesionales. Es compacto, inalámbrico y se puede colocar fácilmente en la banda del pulsómetro, preferiblemente en el costado izquierdo, bajo la axila. En esa zona medirá con precisión la temperatura corporal del deportista, sin interferir en sus movimientos.

La temperatura aparecerá en tiempo real tanto en la app móvil de CORE, como en dispositivos de terceros, como los ciclocomputadores Garmin, Hammerhead, etc. Además, en la app de CORE se pueden ver otras métricas como el trabajo por zonas de temperatura, muy útiles para saber cómo es tu adaptación a una determinada temperatura y el progreso de ésta a lo largo de los días, además de ofrecer también otros datos útiles como la temperatura externa de la piel, muy relacionada también con la corporal.

El precio del sensor CORE es de 298,95 €. Otros sensores de temperatura corporal los puedes encontrar como función de relojes inteligentes o pulseras de actividad de marcas como Amazfit o Fitbit, con precios desde 60 a 180 €.