Max Holloway y los dramáticos números que iluminan su lucha ante Ilia Topuria
En el mundo del UFC, las cifras y estadísticas suelen ser un reflejo del nivel de un peleador. En este sentido, Max Holloway se enfrenta a un desafío importante en su próxima pelea ante Ilia Topuria. Los números que rodean a este combate son, cuanto menos, impactantes. Con una carrera llena de éxitos y derrotas, Holloway buscará demostrar que aún tiene mucho que ofrecer en el octágono. Sin embargo, las estadísticas parecen no estar de su lado. ¿Será capaz de vencer a un oponente que cuenta con una imbatibilidad intacta? En las próximas líneas, analizaremos los dramáticos números que iluminan la lucha de Holloway ante Topuria.
La lucha de los números: Max Holloway y Ilia Topuria se miden en una batalla sin cuartel
Las cifras crean a los mitos. Max Holloway aterriza en el enfrentamiento ante Ilia Topuria después de anestesiar a un Justin Gaethje que estaba encaminado de la mejor manera hacia el oro mundial de las 155 libras y con una comodidad y temple sobre el octágono propia de un veterano como él.
Curtido en mil batallas, es el reto más grande para el hispanogeorgiano hasta la fecha después de Alexander Volkanovski, el campeón al que ya consiguió noquear a principios de este mismo año para hacer historia. El Matador quiere replicar el suceso, pero las cifras de Blessed sobre el tapiz de la UFC en las grandes citas presagian una batalla sin cuartel donde la victoria no supondrá un trámite sencillo.
El dominador de las libras
El aspirante hawaiano posee una carrera de 12 años dentro de la empresa de Dana White. Curtido ante los mejores y mayores campeones de la historia de la UFC, el combate en el que obtuvo una derrota por decisión unánime ante Conor McGregor, allá por 2013, supuso el punto de inflexión perfecto para su carrera.
Desde entonces, Blessed hizo de la división su patio de recreo, con 14 victorias en 6 años como peso pluma en la organización de artes marciales mixtas. Un récord que tiene de por medio un campeonato mundial en su categoría y un título interino, el reconocimiento como uno de los mejores contendientes de la historia de las 145 libras, y una lista de nombres que dan miedo.
José Aldo, Chad Mendes, Charles Oliveira, Frankie Edgar o Anthony Pettis son los nombres que completan un listado de víctimas de lujo. Hasta 2019, el peleador consiguió dominar a todos y cada uno de sus rivales, con nueve finalizaciones dentro de cada una de las contiendas en las que estuvo presente tras caer derrotado ante el astro irlandés.
Un ascenso sin precedentes
Un ascenso que carece de muchos ejemplos parecidos dentro del Ultimate Fighting Championship para uno de los campeones y aspirantes más dominantes de la historia, pero con un talón de Aquiles claro en su carrera deportiva.
Alexander Volkanovski consiguió aguar la fiesta del hawaiano hasta en tres ocasiones después de su paseo de rosas en la UFC. El australiano, sin hacer ruido, echó por tierra el reinado del campeón y, además, supo defender su cinta de monarca dos veces más ante su archienemigo dentro del octágono.
La búsqueda de la victoria
Sin embargo, el futuro rival de Ilia Topuria no perdió el tiempo y supo salir a retar a los jóvenes en ascenso dentro de las 145 libras. Max Holloway consiguió dar un espectáculo de artes marciales mixtas ante nombres como Calvin Kattar, Yair Rodríguez, Chan Sung Yung o Arnold Allen, además de rubricar uno de los knockouts más virales de la historia ante Justin Gaethje en el UFC 300.
La veteranía y los grandes nombres que conforman el récord positivo de Max Holloway son las credenciales con las que el hawaiano busca destronar a Ilia Topuria. El Matador enfrenta al más experimentado contendiente dentro de la división de las 145 libras, pero alguien que ha sufrido en los combates donde el rival ha sabido hacerle retroceder y conectar grandes golpes de poder, para impedir borrar del mapa la característica movilidad que lleva a la victoria las aspiraciones de Blessed.
El hispanogeorgiano, experto en esta asignatura, enfrenta ahora el examen final para dejar atrás a la vieja escuela de los pesos pluma y corroborar que el nuevo gen de peleadores llega para permanecer dentro de la UFC.
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