El efecto devastador del estrés y la privación de sueño en el aumento de la grasa abdominal: ¿qué riesgos nos acechan?

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El efecto devastador del estrés y la privación de sueño en el aumento de la grasa abdominal: ¿qué riesgos nos acechan?

El estrés crónico y la privación de sueño se han convertido en una realidad cotidiana para muchas personas. Sin embargo, pocos conocen los devastadores efectos que estos factores pueden tener en nuestra salud. Un aumento en la grasa abdominal, también conocida como adiposidad central, es uno de los principales riesgos asociados a este estilo de vida. La grasa abdominal no solo es un problema estético, sino que también se ha relacionado con un aumento en el riesgo de enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares. En este artículo, exploraremos los mejores estudios científicos que revelan la relación entre el estrés, la privación de sueño y el aumento de la grasa abdominal, y qué podemos hacer para prevenir estos riesgos.

La gran trampa del estrés y el sueño: ¿cómo afectan la grasa abdominal?

A diferencia de otras partes del cuerpo, quemar grasa abdominal es un gran desafío porque es una de las zonas más rebeldes, por eso cuesta tanto armonizar la cintura. En la acumulación de grasa en el abdomen confluyen varios factores, entre ellos, la falta de sueño y el estrés.

Factores que influyen en la acumulación de grasa abdominal

Factores que influyen en la acumulación de grasa abdominal

Los cambios hormonales, la edad, algunas condiciones de salud y la genética, pueden influir en la acumulación de grasa abdominal. Pero también existen otros factores, por fortuna, reversibles, como el sedentarismo y la dieta.

Genética: Algunas personas tienden a acumular grasa abdominal como consecuencia de los genes que influyen, en gran medida, en el sobrepeso u obesidad.

Envejecimiento: Con los años, se empieza a perder masa muscular y aumentar la grasa corporal, sobre todo en la zona del abdomen, pues, en el caso de las mujeres, la disminución de estrógenos hace incrementar la grasa visceral que rodea los órganos internos del abdomen.

Calorías: Cuando se consumen más calorías diarias de las que el cuerpo puede quemar, es difícil evitar que aumente el entorno de la cintura, sobre todo, si se mantiene una vida sedentaria después de los 40 años.

Sedentarismo: La falta de ejercicio físico tiene conexión con el aumento de grasa abdominal total, grasa hepática y grasa interna, según estudios.

Falta de sueño: Dormir menos de seis horas diarias puede provocar acumulación de grasa abdominal, lo que conduce al sobrepeso y obesidad.

Estrés: Los niveles altos de cortisol, hormona del estrés, también puede provocar aumento de grasa abdominal.

Cómo afecta la falta de sueño a la grasa abdominal

Según un estudio de la Sociedad Española de Neumología, 6 de cada 10 españoles duermen menos de 6 horas diarias. El trastorno del sueño es un tema preocupante en España, al punto que está considerado como el país que más ansiolíticos toma del mundo.

Un estudio realizado por la Dra. Naima Covassin, investigadora en medicina cardiovascular en Mayo Clinic, encontró que la falta de sueño, sumado a un exceso de calorías diarias, conduce a la acumulación de grasa, en especial, en la zona del vientre.

Dormir poco aumenta en un 9% la grasa abdominal y en un 11% la grasa visceral dentro del abdomen. Esta última es la que se deposita alrededor de los órganos internos del abdomen.

Cómo afecta el estrés a la acumulación de grasa abdominal

El estrés crónico es uno de los principales responsables de que se acumule más grasa en la zona abdominal. Cuando una persona se encuentra estresada, el cuerpo produce más cortisol, conocido como la hormona del estrés, que influye en la distribución de la grasa corporal.

El cortisol afecta la manera en que el cuerpo acumula grasa, especialmente en la zona del abdomen. Según un estudio, “la relación entre estrés crónico, cortisol e ingesta elevada de alimento tienen a la adiposidad visceral y a la resistencia a la insulina como factores predisponentes de una disrupción metabólica con consecuencias importantes al estado de salud de los seres humanos”.

Por lo tanto, el control del estrés es clave. Para ello, se recomienda realizar técnicas de relajación, como meditación y yoga, que ayudan a regular los niveles de cortisol y, por ende, reducir el depósito de grasa abdominal. La actividad física regular también es crucial.

Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.

Elena Martín

Soy Elena, redactora jefe con amplia experiencia en el mundo del periodismo deportivo. En El Alcoraz, un periódico independiente de actualidad sobre fútbol y deportes, lidero un equipo comprometido con la rigurosidad y la objetividad en cada noticia que compartimos. Apasionada por el deporte, me dedico a ofrecer a nuestros lectores las últimas novedades con un enfoque profesional y veraz. En El Alcoraz nos esforzamos por mantenernos siempre a la vanguardia de la información deportiva, proporcionando un contenido de calidad y confiable a nuestra audiencia.

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