Tadej Pogacar, ciclista de apetito y sonrisa infinitos, dominó el Tour de Francia

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Tadej Pogacar, ciclista de apetito y sonrisa infinitos, dominó el Tour de Francia

En una extraordinaria exhibición de fuerza y resistencia, el joven ciclista esloveno Tadej Pogacar se coronó como el vencedor del Tour de Francia 2020, demostrando que su apetito y sonrisa infinitos son más que una simple forma de expresión. Con solo 21 años, Pogacar se convirtió en el más joven ganador del Tour de Francia en más de un siglo, superando a otros grandes ciclistas en una competencia que se disputó en medio de la pandemia del COVID-19. La dominación del ciclista esloveno se vio reflejada en la mayoría de las etapas, donde demostró una gran capacidad de recuperación y resistencia, lo que le permitió llevarse la prestigiosa camiseta amarilla hasta el final.

Tadej Pogacar, el rey del Tour de Francia, vuelve a dominar la ruta

Después de dos temporadas seguidas, 2023 y 2022, en las que el danés Jonas Vingegaard le arrebató la gloria en el Tour de Francia, Tadej Pogacar decidió hacer algunos cambios en su entorno más cercano y en su programa de carreras para reconquistar un territorio que consideraba suyo.

Seleccionó con precisión quirúrgica las carreras en las que iba a tomar parte –este año ha competido hasta ahora 53 días y salvo la Milán-Sanremo en la que acabó 3º ha ganado y con una gran claridad todas las pruebas en las que ha participado– y cambió de entrenador en el pasado invierno para mejorar en aquellos aspectos en los que en teoría era más flojo, en los que su gran rival, Vingegaard, era mejor: las largas subidas a gran altura y el calor, dos de los agentes que han tenido una presencia significativa en la 111ª edición del Tour de Francia.

Intensificó las horas de entrenamiento y decidió introducir el Giro de Italia por primera vez en su programa de carreras.

Un adolescente prodigio que hace historia

Un adolescente prodigio que hace historia

Un adolescente Tadej dejó ya su huella con su debut en una grande en la Vuelta’19. Cuando lo hizo y cuando expresó su voluntad de disputar también el Tour hubo quien se llevó las manos a la cabeza. Sólo siete ciclistas habían logrado el doblete Giro-Tour en una misma temporada y nadie desde Marco Pantani en 1998. 26 años después Pogacar no solo ganó el Giro, sino que arrasó con seis victorias y la general.

“No, Pogacar no acusará en el Tour el Giro, es el número 1, el mejor ciclista del mundo”, decía a MD el director deportivo del UAE Team Emirates Joxean Fernández ‘Matxin’.

Un rivalidad que mejora

Y no le faltaba razón, dolido en el amor propio tras perder los dos últimos Tours, Pogacar ha arrasado también en el Tour, manteniendo una gran rivalidad con su máximo rival, Vingegaard, la cual siempre ha destacado que “me empujó a mejorar”.

Este año modificó su programa de carreras, cambió de entrenador y trabajó sin descanso.

Rayando la perfección

En su quinto Tour de Francia, Pogacar –cuyo padre también era ciclista, al igual que su novia, Urska Zigart, que siempre le acompaña a las carreras cuando puede, y que cuando empezó a despuntar destacaba de su hijo su capacidad para mantenerse fresco y tranquilo en cualquier situación, se unió a UAE Team Emirates por consejo de Andrej Hauptmann, un ex profesional esloveno y gerente del equipo de Tadej cuando daba sus primeros golpes de pedal– ha rayado la perfección.

Ha ganado seis etapas, las mismas que en el Giro, y ha sido segundo en otras dos. De 21 días solo en dos no ha vestido de amarillo.

A sus 25 años ya ha ganado 17 etapas en el Tour, mejor que Eddy Merckx a su misma edad, superando también al caníbal belga como el corredor que más días ha liderado una gran vuelta (39).

Es el primer ciclista en la historia en ganar al menos cinco veces en el Giro y en el Tour el mismo año.

Ha entrado en el top10 de máximos vencedores de etapa (17) en el Tour, ningún ciclista había ganado tantas etapas antes de cumplir 26 años.

Ganar, ganar y ganar

Y no se cansa de ganar. Es insaciable. Domina todos los terrenos. Lee mejor que nadie todas las situaciones de carrera –”ha mejorado en la contrarreloj, en la capacidad de convencimiento en sí mismo, cuando él ataca sabe que sus rivales sufrirán y este convencimiento le da una seguridad que hasta que no lo ha comprobado no la tenía”­, decía Matxin a MD – y siempre que puede deja claro que él es el mejor.

“A mí me pagan por ganar, por qué tengo que dejar ganar a otro. En este oficio si no tienes resultados vas mal. Tienes que ganar todo lo que sea posible”, decía Pogacar un tanto enfadado cuando le insinuaron que igual algún día podía haber dejado ganar a otro ciclista.

Una voracidad que recuerda a la del caníbal número 1, Eddy Merckx, que cuando le preguntaban el por qué de su apetito infinito él siempre respondía que “los regalos son en Navidad y en familia”.

Pero, más allá de estas ganas de ganar, Pogacar honra el ciclismo con su profesionalidad, con su forma de correr, con su ciclismo siempre ofensivo, corra la carrera que corra, para deleite de unos aficionados que siempre encumbran a los valientes y a la épica.

Una hegemonía –está firmando su mejor año como profesional– que además ejerce con una cara de niño que no ha perdido a sus 25 años, con una naturalidad que asusta y siempre con una sonrisa dibujada en el rostro. ¿Qué más se puede pedir?

Daniel Álvarez

Soy Daniel, autor en El Alcoraz, un periódico independiente de actualidad sobre fútbol y deportes. Mi pasión por el deporte me impulsa a compartir las últimas novedades con rigurosa objetividad. En cada artículo, busco informar a los lectores de manera clara y precisa, ofreciendo un análisis profundo y apasionado. ¡Acompáñame en este apasionante viaje por el mundo del deporte!

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