La historia del FC Barcelona ha estado marcada por grandes éxitos y momentos inolvidables, pero también por fichajes desafortunados que han dejado una huella negativa en la memoria de los aficionados culés. En esta ocasión, nos centramos en los pívots que llegaron al club con altas expectativas pero que, por diversas razones, no lograron alcanzar su potencial y se convirtieron en decepciones para la afición. Desde promesas incumplidas hasta lesiones crónicas, estos cinco fichajes representan un capítulo oscuro en la historia del Barça, recordándonos que el éxito en el mundo del fútbol no siempre está garantizado.
Descubre los cinco fichajes de pívots más desafortunados en la historia del Barça
El Barça ha disfrutado de excelentes pívots a lo largo de su historia pero también ha vivido sonoras decepciones con fichajes de jugadores interiores que acabaron rindiendo muy por debajo de lo que se esperaba. Estos son, en nuestra opinión, los cinco peores fichajes de pívot realizados por el Barça desde que se instauró la Liga ACB en 1984.
Andrea Camata (2001-02)
La torre italiana que nunca cuajó. Llegó en la recta final de la temporada 2001-02 avalado por su presencia en la selección italiana pero resultó un auténtico fiasco. Intimidación por sus 2,15 metros pero poco más, 2,7 puntos y 3,3 rebotes de media en los diez partidos que jugó con el Barça.
Kevin Seraphin (2017-19)
Peso y rodilla frágil, mala combinación. Llegó al Barça en el verano de 2017 tras 423 partidos en la NBA pero su fichaje se saldó con un rotundo suspenso. Se pasó los nueve primeros meses de 2018 sin jugar por una lesión de rodilla, que sufría más de la cuenta por su habitual exceso de peso. Cuando estaba en condiciones era una bestia física pero Pesic le daba pocos minutos por sus problemas defensivos. El técnico serbio no le tenía en gran estima y durante un partido en Andorra le envió al vestuario tras un intercambio de palabras tras ser sustituido.
Mario Kasun (2006-08)
Un portento al que le faltó empuje. Pintaba a fichajón y se quedó en poca cosa. El Barça le sacó de la NBA para convertirle en su referente interior pero este pívot croata fuerte, alto (2,13 metros) y coordinado no acabó de encajar, en gran parte por su escasa agresividad. Un problema cardíaco le obligó a parar a principios de 2008, la gota que colmó el vaso y llevó al Barça a cortarle en verano, un año antes del vencimiento de su contrato.
Samardo Samuels (2015-16)
Un jamaicano poco centrado. Había jugado en la NBA con Cleveland y acababa de mostrar un gran nivel en el Armani Milan. Además, no ocupaba plaza de extracomunitario al ser jamaicano. Pero su fichaje por el Barça en el verano de 2015 no dio los frutos esperados, más por su mala cabeza que por que le faltara calidad. Firmó una media de 6,7 puntos y 3,7 rebotes en 15 minutos. Tras dejar el Barça ha tenido algunos encontronazos con la justicia por peleas y consumo de sustancias prohibidas. Vivió un tiempo dentro de su Porsche con las ventanas rotas.
Rony Seikaly (2000)
La estrella estrellada. Fue el gran bombazo de aquel verano de 2000. Rony Seikaly, uno de los pívots más importantes de la NBA, había aceptado la oferta del Barça para proseguir su carrera en Europa. Sin embargo, el pívot de 35 años y 2,08 metros nunca respondió a las expectativas y además no aceptaba de buen grado que el técnico Aíto García Reneses limitara su protagonismo. Todo acabó de forma abrupta tras solo unos meses, con el jugador no presentándose a un entrenamiento tras haber jugado solo 12 minutos en un partido de Euroliga en Londres. El Barça no le fichó sustituto y su tiempo fue a parar a un joven, un tal Pau Gasol, que los aprovechó a las mil maravillas.
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