El Athletic de Bilbao arranca el verano con una amarga derrota en el estadio de El Plantío

El Athletic de Bilbao arranca el verano con una amarga derrota en el estadio de El Plantío

El Athletic de Bilbao ha comenzado su pretemporada de manera inesperada, con una derrota amarga en el estadio de El Plantío, escenario que acogió el partido amistoso contra el Real Valladolid. Los bilbaínos, que se encuentran en plena preparación física para afrontar el próximo curso, no pudieron hacer valer su condición de club de Primera División ante un equipo que lucha por el ascenso a la máxima categoría. La derrota, que no tiene mayor trascendencia en términos de competición, sí puede considerarse un contratiempo para el técnico, Marcelino García Toral, que busca encontrar el equilibrio ideal en su equipo.

Athletic de Bilbao arranca con derrota en el estadio de El Plantío

Con el incesante runrún sobre Nico Williams a todo volumen, la vida continúa en el Athletic. Los leones abrieron la pretemporada con una derrota en Burgos (2-1). Solo es un amistoso, pero a nadie le gusta perder.

El cuadro bilbaíno mostró la lógica espesura de estas fechas. Despistes, imprecisiones, escasa chispa. lo habitual cuando llevas un par de semanas de trabajo. Pero lo que le penalizó fue encajar un gol en el comienzo de cada una de las mitades debido a dos errores groseros.

La alineación

Djaló y Gorosabel, los únicos fichajes zurigorris hasta la fecha, fueron directos al once para formar la banda derecha. Una alineación con aroma a primera plantilla. No estuvo ninguno de los cachorros más allá de la obligatoriedad de Padilla en la portería. La sorpresa fue ver a Adu Ares en el lateral zurdo, donde estuvo muy incómodo. Yuri ejerció de pareja de Yeray en el centro de la defensa. Hay que recordar que no estaban Paredes ni Vivian.

El partido

No pudo arrancar peor para el Athletic. No busquen el gol tonto del verano. Bastó algo más de un minuto en El Plantío para otorgar el primer premio. Autogolazo de Yuri desde el centro del campo, pegado incluso a la línea de banda. Buscó un pase atrás con fuerza, con la mala suerte de que el bote sorprendió a Padilla, no pudo controlarlo con el pie y se alojó en la red. Regalos envenenados entre los paisanos de Zarautz. Cosas que pasan, mejor con balas de fogueo.

Los de Valverde tuvieron facilidad para plantarse en zona de tres cuartos, aunque no para pisar el área. Herrera y Sancet querían conectar, pero sin suerte. Hubo bastantes errores en pases sencillos que en noviembre o en marzo no se cometen con tanta frecuencia, sin embargo estamos en verano. La mala fortuna se cebó con Vesga. Notó una molestia en la ingle cerca de la media hora y no arriesgó. Cambio y que entre otro.

A Djaló se le vio correr, ofrecerse, arrancar y percutir por la diestra. Sin embargo, sus acciones no tuvieron impacto. De hecho, no hubo ningún tiro entre palos del Athletic en el primer tiempo. Solo un par de intentos de Berenguer y de Jauregizar desde fuera del área que fueron bloqueados.

Segundo tiempo

Valverde renovó el once por completo tras el descanso. Salvo Jauregizar, que había relevado a Vesga. Los rojiblancos tuvieron más vocación ofensiva, eso sí, comenzaron con otro fallo atrás que les costó un nuevo gol. No acertaron a despejar en un córner, concedieron una segunda oportunidad y Florian anotó libre de marca y con la testa en el segundo palo. Lekue, por cierto, ejerció de central en los segundos cuarenta y cinco minutos.

Martón mantiene el olfato que le llevó a ser el pichichi del pasado verano. Avisó antes del tanto del Burgos y recortó de inmediato tras un gran centro de Olabarrieta. El extremo, desde la derecha, fue de los más activos en el ataque visitante. El control era absoluto del Athletic, sin embargo los errores en defensa siguieron llegando. Gastesi evitó dos mano a mano consecutivos de Espiau para llamar a la puerta de Txingurri y pelearle el puesto a Padilla ante los problemas bajo palos.

Los leones se volvieron a espesar poco a poco, estuvieron más desordenados y el Burgos se vio cómodo en el repliegue. Cierto es que tuvieron el empate en la última jugada del partido, en un centro a la desesperada. Egiluz subió al remate y conectó un cabezazo picado que salvó Cantero con una tremenda mano. Derrota bilbaína para arrancar que no dice mucho porque es tiempo de sacar pocas conclusiones.