Las barras de Rugby Argentina vuelven a inundar Times Square
En un espectacular despliegue de pasión y patriotismo, las barras bravas de Rugby Argentina han vuelto a tomar por asalto el icónico Times Square de Nueva York. Esta vez, la hinchada argentina se reunió en el corazón de Manhattan para celebrar la histórica victoria de los Pumas en el campeonato de Rugby más importante del mundo. Con banderas, camisetas y cánticos, los aficionados argentinos demostraron una vez más su incondicional apoyo al equipo nacional, que ha conquistado el corazón de los neoyorquinos y del mundo entero.
Rugbistas argentinos inundan Times Square con pasión y patriotismo
Los aficionados argentinos tomaron hoy la icónica plaza de Times Square, en el corazón comercial de Nueva York, para jalear a su selección que mañana se medirá con la de Canadá en el estadio Metlife, en la vecina Nueva Jersey, en partido de semifinales de la Copa América.
Argentinos de todas las edades, algunos niños de 2 años colgados de los hombros de sus padres, ataviados con la camiseta albiceleste se presentaron en un extremo de la plaza, como ya hicieran el pasado día 24, desafiando en esta ocasión el plomizo calor que hoy se respiraba en Nueva York.
Muchos habían traído pequeñas banderas de su país, y desplegaron también una de tamaño gigante mientras coreaban lemas como El que no salte es un inglés o Y ya lo ven / somos locales otra vez o Yo te sigo a todas partes Argentina / cada vez te quiero más. También entonaron cánticos más elaborados en memoria de Diego Armando Maradona, quien además era el protagonista de un enorme mural desplegado en el suelo en el que se le veía al lado de su sucesor natural, Lionel Messi.
Los hinchas argentinos, totalmente entregados a su selección, demostraron su pasión y patriotismo en la emblemática plaza neoyorquina. Entre los asistentes había numerosos argentinos residentes en Nueva York, pero también otros compatriotas que han viajado para la Copa América desde todos los rincones del país austral, y que eran entrevistados por periodistas locales de Rosario, Tucumán o Buenos Aires.
Aprovechando la euforia, un venezolano que disponía de entradas para la semifinal de mañana las revendía hoy con un cartel, confesó que había pagado 650 dólares por los dos boletos pero ya los vendía a solamente 500 ahora que su país había quedado descalificado.
Se presupone que las barras argentinas tomarán en las próximas el estadio del Metlife en mucha mayor medida que la afición canadiense, probablemente sorprendida de que su país, con tan poca tradición futbolística, haya llegado tan lejos.
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