La ruta hacia la cooperación entre España y Alemania cruza por Georgia
En un contexto internacional cada vez más interconectado, la cooperación entre naciones se ha convertido en una herramienta fundamental para abordar desafíos globales y aprovechar oportunidades. En este sentido, la relación entre España y Alemania se perfila como un ejemplo a seguir en materia de cooperación bilateral. Unido a esta dinámica, el país caucásico de Georgia se ha perfilado como un punto de encuentro estratégico para ambas naciones. La ruta hacia la cooperación entre España y Alemania cruza por Georgia, un país que ha sabido aprovechar su posición geográfica para convertirse en un puente entre Europa y Asia. En este artículo, exploraremos las claves de esta cooperación triangular y su impacto en la escena internacional.
La confianza es clave en el cruce entre España y Georgia en la Eurocopa
La confianza es clave en una competición tan corta como la Eurocopa. Mucho más cuando llegan las eliminatorias, el todo o nada en un partido. Y esta noche en Colonia (21.00/La1) se enfrentan dos equipos que creen absolutamente en sus posibilidades.
España, la única selección en lograr un pleno de partidos en la primera fase, y Georgia, que dio la sorpresa en la última jornada y se coló en octavos como tercera de grupo tras ganar –nada más y nada menos– a Portugal, otra de las favoritas. El premio, estar el próximo viernes en Stuttgart para jugar los cuartos de final, una eliminatoria donde ya espera Alemania, que ayer ganó a Dinamarca, que plantó cara en un partido más eléctrico que la tormenta que cayó. Ahora ya no hay nada fácil. Que se lo pregunten a Italia, vigente campeona eliminada ante Suiza, la revelación.
España y Georgia son dos conjuntos que se conocen muy bien porque se han enfrentado en dos ocasiones esta temporada, justamente en el camino clasificatorio para esta Eurocopa. El primer precedente en septiembre, 1-7 en Tiflis en el debut de Lamine Yamal, que marcó el último tanto. España entonces llegaba con confianza después de ganar la Nations League y ganas de reivindicarse porque había perdido contra Escocia. Golpe de autoridad de la Roja, que volvió a golear a los georgianos en noviembre en Valladolid (3-1) cuando ya tenía el billete para Alemania.
“Ahora será distinto”, avisan desde el vestuario de la Roja porque el rival llega crecido. Georgia se aferra a tres principales argumentos. El primero, su portero Giorgi Mamardashvili, considerado junto a Donnarumma el mejor del torneo hasta ahora. El meta del Valencia tiene el récord de paradas en un partido (11) y fue clave para mantener la portería a cero ante Portugal. El segundo, Georges Mikautadze, actual máximo goleador de la Eurocopa con tres tantos. Y el tercero es Khvicha Kvaratskhelia, extremo del Nápoles, que tras ganar a Portugal aseguró que ahora Georgia puede vencer a cualquiera, también a la Roja. “Es mejor que toda España”, dijo su portero sobre ‘Kvaradona’, como lo apodan algunos. Ya ven, llegan crecidos. Cuestión de confianza.
Alejado del ruido, al principio de las dudas y ahora de los elogios, España vuela bajo, como le gusta subrayar a Nico Williams. Internamente están muy mentalizados y no van a destensionarse nunca, jueguen contra Georgia o contra cualquier otro rival. Les da igual el caché del contrincante porque la Roja seguirá fiel a su estilo, como insiste De la Fuente.
El seleccionador español, que hizo diez cambios ante Albania, volverá al once de gala aunque mantiene alguna duda. Concretamente en la defensa, donde durante la semana probó con Nacho Fernández, y en la zona atacante, donde Dani Olmo ganó crédito para intentar colarse en una línea que siempre rindió a gran nivel. El resto, no distará mucho del equipo que España lució en los dos primeros partidos.
Georgia, por su parte, tampoco variará demasiado su plan. Sagnol, que se quejó que su equipo dispuso de dos días menos que España para preparar el cruce, apostará por el mismo once que le ganó a Portugal el pasado miércoles. La única duda podía haber sido Anzor Mekvabishvili, titular en los primeros compromisos, aunque suplente ante los lusos, pero es baja por sanción. Será la única ausencia para el técnico francés, que planteará un partido cerrado, con cinco atrás y aprovechando sus dos jugadores diferenciales en ataque: Kvaratskhelia y Mikautadze. España les espera.
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