La magia de Lamine y la entrega de Casado enamoran a la afición

La magia de Lamine y la entrega de Casado enamoran a la afición

En un partido que será recordado durante mucho tiempo, la magia del delantero Lamine y la entrega del defensa Casado han conquistado el corazón de la afición. La intensidad y la pasión con la que ambos jugadores se lanzaron al campo han sido clave para el éxito del equipo. La conexión entre Lamine y el público es cada vez más fuerte, y su capacidad para embelesar a la multitud con sus habilidades técnicas es simplemente impresionante. Por otro lado, la entrega y el compromiso de Casado con la defensa han sido fundamentales para mantener la portería a cero. Juntos, han logrado crear un ambiente eléctrico en el estadio que ha llevado a la victoria del equipo.

Barça y Bayern en una noche mágica en Montjuïc

La grada del Estadi Lluís Companys se entregó ayer en la primera gran noche mágica que se vivió en la montaña desde que el equipo azulgrana se trasladó por las obras del Spotify Camp Nou. La fiesta empezó ya en la previa, con un gran ambiente en los aledaños del campo olímpico, que vivió la mejor entrada desde que el equipo culé ejerce de local en Montjuïc. Un total de 50.312 aficionados, superando al Barça-PSG de Champions League de la temporada pasada (50.309).

Lamine y Casado, los héroes de la victoria azulgrana

La noche empezó con un gol tempranero, al primer minuto gracias a un tanto de Raphinha con asistencia de Fermín. Aunque no fue tan fácil como acabó reflejando el marcador. El conjunto bávaro demostró que es uno de los más grandes equipos de Europa y que tiene un potencial que atemoriza.

El equipo culé supo resistir, empujados por sus seguidores, que no dejaron de alentar en ningún momento. Una comunión extraordinaria, creciente, que se fue evidenciando en cada gol, hasta el final del encuentro. Como en el 4-1 que certificaba el ‘hat-trick’ de Raphinha y que se celebró detrás de la portería, recordando aquella celebración de Neymar en Berlín tras el 3-1 en la final de la Champions de 2015.

La gran actuación de Lamine Yamal, un chaval de 17 años que se exhibió como un veterano, pidiendo el balón cuando su equipo sufría y repartiendo delicatessen futbolísticas ante el asombro y los aplausos de su público. Y el chico, que también parece un veterano fuera del campo, arrastró a sus compañeros a festejar el triunfo delante de la Grada d’Animació donde se reflejó de nuevo la unión del grupo con su gente.

La Masia, el gran patrimonio del Barça, también tuvo su protagonismo en la noche. Frente al Bayern, Marc Casadó (20), todo entrega, se doctoró ante su ídolo Joshua Kimmich, igual que Alejandro Balde (21), que se acercó a su mejor versión ante Alphonso Davies, su referente y al que ahora Deco quiere para reforzar precisamente ese carril izquierdo. Fermín López (21) volvió a ser titular y respondió con dos asistencias hasta que se vació tras un despliegue físico más alemán que andaluz. Pau Cubarsí (17), por su parte, fue un ‘kaiser’ ante los alemanes.

También jugaron otros dos canteranos. Reapareció Olmo justo antes del Bernabéu para servir un par de caramelitos y bajo palos siguió Iñaki Peña, a quien se volvió a ver faltado de confianza. Tendrá otra prueba en el Clásico, en un partidazo donde llegan los dos mejores equipos del mundo.

Y, por supuesto, Pedri, culé de cuna y que llegó al Barça con 17 años aunque ya como profesional. El canario comandó el centro del campo con la elegancia y la clase de Andrés Iniesta.