La ciudad gallega de Ourense, hogar de leyendas del boxeo desde hace más de 40 años

La ciudad gallega de Ourense, hogar de leyendas del boxeo desde hace más de 40 años

En el corazón de Galicia, la ciudad de Ourense se ha convertido en un santuario del boxeo durante más de cuatro décadas. Desde hace más de 40 años, esta urbe ha sido testigo del nacimiento y desarrollo de leyendas del boxeo, que han llevado el nombre de esta región a lo más alto del pódium. La pasión por este deporte en Ourense ha generado un movimiento cultural y social que trasciende las cuerdas del ring. En este artículo, exploraremos la historia y la importancia de Ourense como cuna del boxeo gallego, y cómo esta ciudad ha logrado mantener viva la llama de esta disciplina deportiva.

La Fábrica de Ganadores de Ourense, Cuna de Leyendas del Boxeo Gallego

En un discreto despacho, escondido detrás de una puerta al final del local, Emiliano Gallego Prada, el maestro del ring, guarda con cariño su último trofeo. Un galardón que la Asociación Española de Boxeo (AEBOX) otorgó el pasado cuatro de marzo al mejor entrenador de boxeo del año.

Este premio me lo han dado a mí, pero se lo merecen, tanto o más, 'El Pollo' Ramírez, mi hijo Javi o su socia Oiane, que son los que llevan en volandas todo esto, reconoce Gallego emocionado al hablar de los suyos.

Pero la verdadera acción ocurre en el sótano del 182 de la calle Montseny, donde se encuentra el gimnasio Gallego Prada. Allí, una quincena de personas no cesan en su entrenamiento: saltos a la comba, fintas frente al espejo, golpeos al punching ball, combates en el ring… Actividades que se llevan repitiendo desde que Emiliano decidiera abrir el gimnasio hace ya 40 años.

Un Legado de Gloria y Pasión que Dura Más de 40 Años

Emiliano respira boxeo desde que tiene uso de razón. Recuerdo levantarme a las cuatro de la mañana a ver a Muhammad Ali o a Monzón cuando Televisión Española daba boxeo, rememora. Con catorce años Gallego se enfundó los guantes y cuatro años más tarde decidió, junto a su hermano Longinos, abrir lo que hoy en día es uno de los pocos templos del deporte de las cuatro cuerdas en la provincia de Barcelona.

Gallego continuó boxeando hasta los 27 años, cuando decidió bajarse del ring para centrarse plenamente en ayudar a sus pupilos. Según cuenta Gallego Prada, el paso de dejar los guantes a un lado para enfocarse en su faceta como entrenador fue algo muy natural porque estaba acostumbrado a subir al ring a boxear y al mismo tiempo dirigir a los chavales en las veladas en las que yo no peleaba.

La Ambición Sana

Después de cuatro décadas luchando por su proyecto, Emiliano reconoce que su combustible para levantarse cada día con esa ilusión es la ambición sana. Pero aclara: Me gusta el gimnasio, el boxeo y me gusta tener un plantel de chavales amateurs que lo hagan bien. ¿Para qué voy a buscar otra cosa si con esto me gano la vida y me encanta?

Porque Emiliano es un hombre sencillo, cercano, y según admite, se siente orgulloso de haber aguantado 40 años y espera aguantar mucho más. Al entrenador de 59 años le queda energía para rato, como señala Frank Urquiaga, uno de sus pupilos destacados: Emiliano vive por y para el boxeo y a pesar de pasar los años, sigue con la misma ilusión y entrega con los chicos. Prueba de ello es que no para de sacar campeones.

Fábrica de Ganadores

Desde su inauguración en 1978, el gimnasio Gallego Prada ha sido cuna de grandes campeones. Prueba de ello son los 20 campeonatos de España, 9 de la Unión Europea, 4 de Europa y los otros 53 títulos que han cosechado los púgiles salidos del Gallego Prada.

Pero además de una fábrica de ganadores, el gimnasio de L'Hospitalet es un lugar donde los niños se divierten entrenando. Aquí tenemos diez o quince niños de ocho años y nos vienen de hasta de seis y de cinco, pero no los cogemos porque no hay espacio. Hoy en día vienen los padres con los hijos a boxear, ven que no hay ningún peligro y les encanta. Algo que antes era impensable.

En el Gallego Prada también se encuentran mujeres, aunque menos, reconoce Emiliano: No hay tantas mujeres porque no tenemos un vestuario grande, pero si lo tuviéramos habría aquí docenas. De hecho, según Gallego, la mujer se está introduciendo en este deporte, aunque fuera de España todavía más.

Lo mismo ocurre con el boxeo en general, que cada vez cuenta con mejores condiciones. Hemos tocado fondo ya hace mucho tiempo, hemos levantado la cabeza y ahora va a ser todo mejorar. Lo que más echa en falta Gallego es, además de la ayuda del ayuntamiento de L'Hospitalet, que juzga casi inexistente, una televisión que apueste por el boxeo y que esté dispuesta a pagar por emitir las veladas. Algo por lo que el Gallego Prada continuará peleando, como ha hecho siempre.