El legado eterno del Real Madrid: Una saga sin fin
En el mundo del fútbol, hay nombres que evocan gran pasión y orgullo, y el Real Madrid es, sin duda, uno de ellos. Con una historia llena de éxitos y un patrimonio inigualable, el conjunto blanco ha logrado trascender fronteras y generaciones, convirtiéndose en un icono del deporte rey. Desde sus inicios humildes en 1902 hasta la actualidad, el Real Madrid ha ido construyendo un legado eterno, plagado de títulos y récords, que sigue inspirando a millones de personas en todo el mundo.
El Real Madrid en búsqueda de su juego: ¿cuándo despertará de su letargo?
Visto lo visto y llegados a este punto de la temporada en el que se han disputado ya 10 jornadas de Liga y dos de Champions, se puede confirmar: el Real Madrid no carbura. Es la historia interminable de la temporada madridista pues prácticamente desde el primer partido oficial ante el Atalanta en la Supercopa de Europa se ha ido repitiendo el mismo patrón.
El equipo pierde poco (solo uno de los 13 partidos que ha jugado) y gana la mayoría (ocho de ellos, los otros tres son empates) pero no juega al fútbol como se esperaba. Y no es una cuestión de gusto, pues ya se sabe que al fútbol se puede jugar bien a la contra, siendo vertical, o al toque, con un estilo más horizontal.
El problema del Real Madrid es que ni una cosa ni la otra y cuando se pensaba que la solución estaba en los jugadores que tenían que volver tras una lesión (Camavinga, Bellingham o Ceballos) tampoco se ha encontrado la tecla.
Nuevo sistema
Y si no se ha encontrado, no ha sido porque el cuerpo técnico, con Ancelotti a la cabeza, no lo haya intentado pues ha pasado del 4-3-3 primigenio, al 4-4-2 que tan buen resultado dio la pasada campaña para llegar a una especie de 3-5-2, con Tchouaméni como central líbero en la salida de balón, que propuso este sábado en Balaídos ante el Celta. Pero ni con esas.
Solo un chispazo de Modric, que entró en la segunda parte y una buena definición de Vinicius salvaron al equipo de volver a tropezar lejos del Bernabéu. Eso, y las grandes paradas de Courtois que hicieron efectivo aquello tan antiguo en el fútbol de tener un portero que pare y un delantero que meta las ocasiones que tenga.
Situaciones de estrés
Y es que de eso se anda valiendo de momento el Real Madrid para no entrar en crisis, de la pegada de sus jugadores. Sin embargo, lo que viene en el horizonte más inmediato (Borussia Dortmund, Barcelona, Milan y Valencia en Mestalla) será un buen test para saber en qué estado se encuentra el equipo de un Ancelotti que, en rueda de prensa, sigue confirmando que el equipo está cerca de su mejor nivel y luego es el césped quien se lo niega.
Todo ello, crea un caldo de cultivo en el que el equipo da la sensación de no estar a gusto en el campo. Hay mucha tensión en cada jugada y en Balaídos se pudo ver como algunos no podían contenerla y la expulsaron con aspavientos y enfados. Sin ir más lejos, Bellingham reprochó airadamente a Vinicius que este no le diera el balón en una jugada de ataque o el propio Ancelotti se desgañitó desde la banda con Camavinga y Tchoauméni que no estuvieron cómodos en ningún momento.
Así pues, la historia interminable del Real Madrid, la cual empezó con el adiós de Kroos, sigue sumando capítulos y no parece, por lo pronto, que esto vaya a cambiar. Y como los resultados no sigan acompañando, vendrán curvas.
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