- El Barça-Mónaco y el cúmulo de frustración del instante-replay en el último cuarto
- Frustración en el Palau: La hora y media del partido Barça-Mónaco causa enfado entre los aficionados
- La búsqueda de justicia deportiva se convierte en una pesadilla para los espectadores
- Un problema que no es exclusivo de la Euroliga
El Barça-Mónaco y el cúmulo de frustración del instante-replay en el último cuarto
El pasado fin de semana, el encuentro entre el Barcelona y el Mónaco en la Champions League se convirtió en un partido lleno de polémica y discusión. La utilización del instante-replay en el último cuarto del partido generó un cúmulo de frustración entre los jugadores, técnicos y aficionados del conjunto catalán. La duda sobre la efectividad de este sistema de revisión de jugadas se instaló en el aire, ya que varios errores arbitrales clave no fueron detectados, lo que afectó directamente el resultado del partido.
Frustración en el Palau: La hora y media del partido Barça-Mónaco causa enfado entre los aficionados
Los aficionados del Barça que acudieron este jueves al Palau Blaugrana disfrutaron de lo lindo con la brillante victoria de su equipo sobre el AS Mónaco (86-71). Sin embargo, una circunstancia impidió que su experiencia fuera completamente satisfactoria e hizo que muchos mostraran de forma airada su descontento en los minutos finales del encuentro.
Y es que el último cuarto duró casi 35 minutos a causa de las hasta seis interrupciones de los árbitros para revisar el ‘instant replay’. Eso hizo que el encuentro se estirara por encima de las dos horas (2:03:23).
La búsqueda de justicia deportiva se convierte en una pesadilla para los espectadores
De esas más de dos horas que duró el partido, casi 16 minutos fueron tiempo que los árbitros dedicaron a revisar acciones del juego, es decir, parones (hubo siete en los 40 minutos) que rompían el ritmo de juego. Y de esos 16 minutos de parón, 12 se produjeron en el último cuarto cuando el partido ya estaba completamente decidido, el primero de ellos con el Barça 20 puntos arriba (74-54).
De esos seis parones del último cuarto, tres fueron por revisiones de fura de banda o fondo, dos por posibles actos de violencia y otro para comprobar si el defensor pisaba el semicírculo en una falta. Aparte de la cantidad de interrupciones, lo que acabó de enervar a los aficionados del Palau es que alguna de estas revisiones se eternizara sin ninguna justificación.
El caso más flagrante fue el de una consulta al instant-replay a 1:28 del final del encuentro (86-67) para revisar a qué equipo correspondía un saque de fondo que se extendió hasta tres minutos.
El Palau se fue calentando a medida que se sucedían esas absurdas interrupciones pero acabó tomándoselo a guasa, pidiendo a gritos desde la grada “otra, otra” y dedicando cantos de “MVP, MVP” a los árbitros. El trío arbitral, formado por el croata Tomislav Hordov, la alemana Anne Panther y el polaco Marcin Kowalski, seguramente ni se enteró.
Un problema que no es exclusivo de la Euroliga
Este no es un problema exclusivo de la Euroliga. Sin ir más lejos, hace unos días el Girona-Baxi Manresa de Liga Endesa se fue hasta casi dos horas y media de duración, aunque en esa ocasión a los muchos parones por revisiones de los árbitros se unió también un enorme número de tiros libres lanzados entre los dos equipos (65).
La Euroliga y la ACB, que tanto se preocupan por que su producto sea un espectáculo cada vez más atractivo para el espectador (sea en directo o a través del televisor), deberían reflexionar y valorar si la búsqueda de una mayor justicia deportiva compensa la devaluación del producto que provocan las revisiones arbitrales de vídeo cuando estas son constantes y muchas veces, además, intrascendentes para el resultado del partido.
Deja una respuesta