El misterio detrás de la inexplicable baja asistencia en el estadio de Girona en la Liga de Campeones

El misterio detrás de la inexplicable baja asistencia en el estadio de Girona en la Liga de Campeones

La Liga de Campeones, el torneo de fútbol más prestigioso del mundo, ha generado un gran revuelo en la ciudad de Girona. Sin embargo, no es por los resultados deportivos, sino por la inexplicable baja asistencia al estadio del equipo local en sus partidos como anfitrión. A pesar de la emoción y el entusiasmo que suele rodear este tipo de eventos, el estadio ha permanecido prácticamente vacío en las últimas jornadas. Este misterio ha generado gran sorpresa y confusión entre los aficionados y los expertos, quienes se preguntan qué ha llevado a los espectadores a abandonar el estadio. En este artículo, intentaremos desentrañar las razones detrás de esta inquietante situación y analizar las posibles consecuencias para el equipo y la ciudad.

Misterio en Montilivi: ¿Por qué no se llena el estadio en la Champions?

¿Por qué algunos socios deciden no optar a la entrada que les tocó por sorteo? ¿Por qué la UEFA se adjudica un número excesivo de localidades por compromiso que luego acaba devolviendo? Son algunas de las preguntas que surgen en Girona a una semana de disputarse la tercera jornada de la competición europea, la segunda en feudo ‘blanc-i-vermell’.

A pesar de la ilusión que generó en Girona participar en la Champions League, Montilivi sigue sin llenar su aforo en esta competición, incluso con la capacidad reducida por normativa UEFA. A una semana del partido frente al Slovan Bratislava, todavía quedan unas 2.000 entradas disponibles para el público general, una situación que ha generado malestar y numerosas preguntas entre los aficionados.

¿Qué falla en la gestión de entradas en Girona?

Según los datos del club informados por l’Esportiu, de las 6.000 entradas sorteadas inicialmente entre los socios, solo unas 3.500 se han vendido, lo que ha dejado entre 1.500 y 2.000 localidades libres, que posteriormente fueron puestas a la venta para el público general. Este bajo interés puede explicarse por varios factores: el hecho de que los socios tengan que pagar la entrada aparte de su abono, los horarios de los partidos, y la percepción de que el Slovan Bratislava es el rival menos atractivo de la fase de grupos.

Todo esto ha contribuido a que, a pesar del entusiasmo por participar en la Champions, Montilivi no esté llenándose como se esperaba. Además, se suman las 650 entradas que la UEFA ha liberado y que también están disponibles para el público. De las 1.300 localidades que la UEFA se adjudica por compromiso, una parte ha sido devuelta para su venta, pero existe la posibilidad de que se liberen más plazas conforme se acerque el día del partido, como ya sucedió en el encuentro anterior frente al Feyenoord.

Esta situación ha generado frustración entre los aficionados, ya que muchas de estas entradas podrían haber sido ocupadas desde un principio por socios locales.

Problemas con la selección de asientos

Otro punto de controversia es el hecho de que los aficionados no pueden seleccionar sus asientos al comprar la entrada. El club ha explicado que la distribución previa se hacía de manera automática para optimizar el uso del espacio y evitar asientos vacíos, priorizando los lugares con mejor visibilidad. Sin embargo, esta medida ha generado críticas entre algunos socios, especialmente en redes, al no comprender que se les imposibilite elegir la butaca.

Desigualdad en los precios de las entradas

La decisión de igualar el precio de las entradas para socios y público general ha levantado más quejas. Aunque los socios cuentan con un descuento en sus entradas, en este caso específico, el club ha optado por igualar los precios debido al elevado número de entradas sin vender.

Con todo, la gestión de las entradas para la Champions League en Montilivi ha sido un desafío que ha generado más complicaciones de las esperadas. Aunque el club ha intentado buscar soluciones, como el sorteo y la liberación de entradas al público general, la realidad es que, por el momento, el ambiente de la Champions en Girona no ha logrado colmar las expectativas en cuanto a aforo, algo que probablemente se solucione con las próximas visitas de Arsenal y Liverpool.