La Roja despliega todo su esplendor y alcanza la semifinal de la competencia con un brillante triunfo en los octavos de final

La Roja despliega todo su esplendor y alcanza la semifinal de la competencia con un brillante triunfo en los octavos de final

En un partido que será recordado durante mucho tiempo, La Roja demostró su gran nivel y dominio en el campo, imponiéndose con autoridad a su rival en los octavos de final de la competencia. Con un brillante triunfo, el equipo español se garantizó un lugar en la semifinal, donde buscará seguir escribiendo su propia historia en este torneo. La actuación de los jugadores españoles fue impecable, con una gran coordinación y una intensa presión sobre el rival, que no les permitió ni un momento de respiro. Ahora, La Roja se enfoca en el siguiente desafío, con la vista puesta en el título.

La Roja vuelve a brillar y alcanza la semifinal de la Nations League con un triunfo contundente

Quizás por las ganas de reivindicarse ante la plaga de bajas, quizás con ganas de demostrar que en Belgrado se merecieron ganar, pero España recuperó una de sus mejores versiones en el Nuevo Arcángel de Córdoba para golear a Serbia (3-0) y sellar el pase a cuartos de final de la Nations League.

Con un cambio por línea respecto al choque ante Dinamarca, De la Fuente también movió a tramos del partido el dibujo en un once sin ningún jugador de Barça, Madrid ni Atlético. Permutó con el 4-3-3, aunque mantuvo la presión alta con Merino ejerciendo de mediapunta. Así, la selección española encerró desde el inicio a Serbia, muy tierna respecto la de septiembre en el Pequeño Marakana.

Un gol temprano y una presión constante

La Roja encaró rápido el triunfo con un gol de Laporte ya a los cuatro minutos. La puso bombeada Pedro Porro, que volvió a ser titular, y en el segundo palo el central la cruzó con sutileza. España quiso sentenciar rápido y ampliar distancias, aunque costó más de la cuenta.

Los balcánicos no inquietaron la portería de Raya en el primer tiempo, mientras que Rajkovic y la defensa serbia no dejaron de sacar agua, y no precisamente por la intensa lluvia que cayó en Córdoba durante buena parte del encuentro. Fue por la insistencia española.

Oportunidades y golazos

El guardameta balcánico sacó una buena mano a la picadita de Oyarzabal, en la primera gran oportunidad para ampliar el marcador. Su ex compañero en la Real, Mikel Merino, también dispuso de dos buenas ocasiones. Dos remates con la derecha. El primero impactó en el poste y el segundo en un defensa rival.

Una Roja muy 'txuri urdin' porque Zubimendi, crecido tras el tanto ante Dinamarca, volvió a probar suerte desde la frontal después de una conducción desde el centro del campo. Se sacó un zurdazo que se marchó rozando la escuadra.

Morata rompe su gafe

La superioridad española no se reflejaba en el marcador. El cuadro de De la Fuente seguía generando ocasiones, pero ganando por la mínima, acusando falta de gol. Y ahí apareció Morata, protagonista de nuevo, esta vez empujado por el público cordobés, que coreó su nombre en varias ocasiones, especialmente tras dos fallos importantes del atacante del Milan.

El primero, antes del descanso. Cucurella aprovechó un mal despeje del portero para ponérsela a Morata, que cabeceó para pillar a Rajkovic a contrapie, pero el meta serbio evitó el tanto con la punta de los dedos. Una más clara tuvo en la segunda parte. Penalti por mano de Birmancevic y el capitán tomó la responsabilidad. Otra vez gritos de Morata, Morata, pero su disparo se fue por encima del larguero.

El ariete madrileño intentó levantar la cabeza. Y lo logró. Dispuso de otra ocasión que le sacó Rajkovic tras un remate a bocajarro. Antes, se le había dado a Oyarzabal de cabeza, pero el delantero de la Real remató fuera. Parecía otra noche del capitán. Pero desde el banquillo y la grada empujaron al capitán que devolvió la confianza con el 2-0, ahora sí, pasada la hora de partido.

La goleada y la clasificación

Buen pase de Fabián para el 7 y Morata al pisar área soltó un remate tenso y ajustado al palo largo con la derecha que, esta vez sí, superó Rajkovic y acabó con su gafe, ya que no marcaba desde el primer partido de la Euro.

La victoria estaba sentenciada, más todavía cuando Serbia jugó con uno menos el último cuarto de hora tras la expulsión de Pavlovic, que cazó en la media luna a Oyarzabal, cuando encaraba solo portería. De ahí nació el tercero. Baena transformó el tiro libre de manera magistral.

La goleada pudo ir a más porque Pedri, muy ovacionado, envió un disparo al larguero. Con la clasificación en el bolsillo, la Roja afrontará sin presión los partidos de noviembre en Dinamarca y Tenerife, donde recibirá a Suiza. El aliciente ya será ser primera de grupo, algo que logrará si gana a los daneses en el primero de los dos compromisos.