El Athletic sufre un golpe devastador, ¡Golpeazo!
En un partido que prometía ser emocionante, el Athletic Club ha sufrido un golpe devastador que puede tener consecuencias graves en su camino hacia el título. La derrota en casa ante su rival más directo ha sido un verdadero golpeazo para los jugadores y los aficionados del equipo vasco. Con este resultado, el Athletic se aleja de la zona de clasificación para la Champions League y se ve obligado a replantearse su estrategia para el resto de la temporada. ¿Podrá el equipo de Bilbao sobreponerse a esta derrota demoledora y encontrar el camino hacia la victoria?
¡Golpeazo en San Mamés!
Una ofensiva que de mantenerse unida unas cuantas temporadas puede pasar a la historia de la entidad de Ibaigane. Y encima tiene una regla nemotécnica que ayuda a que sea conocida en medio mundo, en una sociedad especulativa donde todo es susceptible de ser comercializado conviene ostentar un nombre fácil de retener.
Ahí, lo bordan. ¡Gwow! Es toda una interjección admirativa. El nombre les viene que ni pintado. Son las iniciales de Guruzeta, Williams Junior, Oihan Sancet y Williams Senior. Entre exclamaciones, como merece su juego rápido, profundo, eléctrico, desbordante. Perfecta para una pancarta, para corearla en la grada a modo de Papa Noel, ¡Gwow, gwow, gwow…! A que se lo imaginan. Todo un éxito.
La Quinta del Buitre, los Busby Babes del United, los Cinco Magníficos del Zaragoza han pasado a los anales balompédicos de las diferentes épocas. En este siglo, ante tanta inmediatez y velocidad, esos nombres ensoñadores han sido sustituidos por acrónimos rápidos de decir y perfectos para tener sitio en cualquier titular de prensa.
Un precedente histórico
Recuerdo la delantera MGC o Mágica, del Nápoles, con Maradona, Giordano y Careca, que comenzaron con la tradición de denominar tridente al ataque. La MSN del Barcelona, con Messi, Suárez y Neymar. Y ahora, tenemos algo parecido en San Mamés. Hay que potenciarlo. No me digan, ¡Gwow!
Lafuente, Iraragorri, Bata, Chirri y Gorostiza ganaron once títulos entre 1929 y 1934, pero combinaban regular con sus nombres de guerra, guerra que por cierto acabó con su trayectoria triunfal. Luego, Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza, con una Liga y cinco Copas en los años cincuenta, pudieron reventarlo a nivel mundial, pero el mercado aún no era planetario.
Tampoco me quejo de los Dani, Sarabia y Argote, de los ochenta. Estos sí, podrían haber sido los SADicos matadores del área. Dos Ligas y una Copa. Se forraban a marcar goles. A ver hasta dónde llegan los Gwow, todo un reto.
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