Trágico final del apasionado del fútbol: Estrella del deporte, aficionado al black metal y víctima de un balazo mortal

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Trágico final del apasionado del fútbol: Estrella del deporte, aficionado al black metal y víctima de un balazo mortal

Conmoción y estupor han generado las noticias que llegan desde el mundo del fútbol, donde una tragedia ha sorprendido a todos. Uno de los mejores jugadores del momento, conocido por su pasión inigualable por el deporte, ha fallecido de manera trágica a causa de un balazo mortal. Pero lo que quizás sorprenda a muchos es que, además de su amor por el fútbol, este astro del deporte tenía una pasión secreta: el black metal, un género musical que poco tiene que ver con el mundo del fútbol. ¿Qué fue lo que llevó a este joven prometedor a sufrir un final tan dramático? ¿Cuáles eran los secretos que escondía detrás de su sonrisa y su habilidad en el campo?

El apasionado del fútbol y el black metal: la trágica historia de Darío Dubois

Para la A no existo, para el Nacional B no doy, en la B soy buen jugador, en la C soy muy bueno y en la D soy el mejor defensor”. Así se definía futbolísticamente Darío Dubois (2/2/1972-17/3/2008), un obrero del fútbol que militó en varios equipos del gran conurbano de Buenos Aires.

Tengan por seguro que hubiera pasado muy desapercibido y sin ninguna notoriedad de no ser que se distinguía de los demás jugadores al llevar la cara pintada de forma tétrica. Quienes le conocieron cuentan que Darío era diferente. En lo personal y en lo futbolístico.

Tributo al ‘black metal’

Tributo al ‘black metal’

En la gran amalgama de clubes del Gran Buenos Aires donde los sueños se dejan atrás al ir cumpliendo años y solamente vale el salir dignamente de los campos de tierra, Dubois podía haber sido de aquellos que, con un poco de suerte, logran entrar en algún club con posibilidades de ascenso.

La primera muestra de que era diferente fue su pintura de guerra para intimidar. Aunque, no solo para sorprender a los rivales sino también para dar tributo a un tipo de música que adoraba. Contaba que “Yo escucho ‘black metal’, bien podrido, una música que me parte la cabeza y tengo ganas de jugar así, es como soy”.

Un buen día, vistiendo la camiseta de Club Atlético Ferrocarril Midland, se le ocurrió que sería una buena idea pintarse la cara para disputar un partido. “¿Por qué no desdramatizar lo que es simplemente un juego por más competencia que haya?” se preguntó. Le pidió permiso al árbitro para usar el espejo de su vestuario y usó maquillaje blanco y negro, vinculado a la estética de sus gustos musicales. Y así entró a jugar. Lo repetiría durante 13 partidos más hasta que la AFA (Asociación de Fútbol Argentino), avisada por esa inusual motivación personal, sacó una reglamentación en la cual prohibía esa práctica.

Carrera como futbolista

Darío Dubois fue un defensa que, con un poco de suerte, podía haber jugado en algún equipo de ascenso. Su carrera como futbolista transitó entre 1994 y 2005. Jugó en Yupanqui, Lugano, Midland, Deportivo Riestra, Laferrere, Cañuelas, Sacachispas y Victoriano Arenas. Todos en el Gran Buenos Aires. Disputó 146 partidos e hizo 13 goles, una cifra nada despreciable para un defensa.

Su hermana Alejandra Ana explica que para Darío “el fútbol le gustaba como deporte, pero no se sentía identificado con las instituciones que lo representaban, lo practicaba porque tenía un entrenamiento físico gratuito”. Dubois tenía intención de jugar hasta los 40 años pero siempre expresó que su pasión principal era la música (tocaba en varias bandas y fue operador de sonido) y que el fútbol era un medio para poder subsistir.

Corrupción y lesión

Lo que más le indignaba era la corrupción del sistema en el mundo del fútbol del que fue protagonista directo cuando, jugando para Midland, el árbitro lo expulsó por doble amarilla y al sacarle la segunda tarjeta se le cayeron del bolsillo 1500 pesos. Persiguió al colegiado por todo el campo y los compañeros tuvieron que pararle para que la cosa no fuera a más y le pudiera caer una sanción más dura.

En 1995, Dubois defendía la camiseta de Lugano. Una empresa de la zona ofreció al club colocar publicidad en la camiseta a cambio de 40 pesos para cada jugador por triunfo. Tras 3 victorias seguidas el dinero no aparecía y Dubois pensó en llevar una cinta negra para tapar la marca patrocinadora. Pero se la olvidó. Entonces decidió recoger barro que había en el terreno de juego y se lo esparció en la parte de la camiseta donde figuraba el anunciante. Aunque desde el club quisieron suspenderlo por eso, todo quedó ahí. Y el sponsor apareció y pagó.

Lesión, retirada y trágica muerte

En 2005 Darío se vio empujado a retirarse del fútbol. Una rotura de ligamentos cruzados lo puso fuera de circulación y el club donde estaba, Victoriano Arenas, no quiso hacerse cargo de los costos de la operación y el tratamiento que necesitaba para recuperarse. Pero su final llegó a inicios de marzo de 2008, cuando salía de su trabajo como operador de sonido en un local en el conurbano bonaerense donde tocaban bandas de rock. Lo quisieron asaltar y le dispararon una bala en una pierna y otra en el estómago y tras una agonía de casi dos semanas, falleció a los 37 años.

“Soy un payaso que se pinta la cara, pero se mata por la camiseta” dijo una vez. Más allá de excentricidades o rarezas, Darío Dubois se dejó el corazón en cada cancha a ritmo de ‘black metal’.

Dubois siempre estará muy presente en todos los clubes donde jugó y en el corazón de muchos aficionados del conurbano de Buenos Aires.

Javier Santos

Hola, soy Javier, redactor de la página web El Alcoraz. En nuestro periódico independiente de actualidad sobre fútbol y deportes, nos dedicamos a ofrecer las últimas novedades con la más rigurosa objetividad. Mi pasión por el deporte y mi compromiso con la veracidad de la información me impulsan a brindar a nuestros lectores noticias frescas y relevantes. ¡Descubre con nosotros todo lo que necesitas saber sobre el apasionante mundo del deporte!

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