Tardar en despertar: el secreto detrás de por qué posponer la alarma 5 minutos puede mejorar tu rendimiento cognitivo

Tardar en despertar: el secreto detrás de por qué posponer la alarma 5 minutos puede mejorar tu rendimiento cognitivo

En un mundo donde el tiempo es oro y la productividad es clave para el éxito, es común que las personas intenten aprovechar al máximo sus horas de vigilia. Sin embargo, un estudio revela que posponer la alarma 5 minutos puede ser la clave para mejorar nuestro rendimiento cognitivo. Esta práctica, que a primera vista puede parecer contraproducente, tiene un efecto positivo en la función cerebral, permitiendo una mayor claridad mental y una mejor toma de decisiones. En este artículo, exploraremos el secreto detrás de esta técnica y cómo puede ayudarnos a comenzar el día con la energía y la motivación necesarias para alcanzar nuestros objetivos.

Posponer la alarma minutos puede mejorar tu rendimiento cognitivo: ¿qué dice la ciencia?

El sonido de la alarma por la mañana marca el fin del descanso y el inicio de un nuevo día, pero para muchos, este momento está seguido de un gesto casi automático: posponerla. Con solo presionar un botón, se obtiene la promesa de unos cinco minutos adicionales en la cama, una pequeña extensión del confort del sueño.

Esta práctica, tan común, ha generado preguntas sobre sus efectos reales en la salud, en especial en cómo afecta nuestro cerebro y nuestras funciones cognitivas. Durante años, se ha sostenido que interrumpir el sueño de forma repetida podría ser perjudicial para el bienestar general, afectando la capacidad de concentrarse y el estado de ánimo.

Sin embargo, nuevos estudios han comenzado a desafiar esta creencia, explorando los verdaderos efectos de retrasar el despertar en intervalos cortos. La ciencia del sueño sigue ofreciendo hallazgos sorprendentes que podrían cambiar la forma en que vemos la relación entre el sueño, la alarma y el rendimiento diario.

¿Qué dice la ciencia sobre posponer la alarma?

Investigadores de la Universidad de Estocolmo han revelado que posponer la alarma en intervalos cortos, de hasta 30 minutos, no solo no afecta negativamente al cerebro, sino que podría tener beneficios al reducir la sensación de somnolencia matutina conocida como inercia del sueño.

El estudio, publicado en el Journal of Sleep Research, desafía las teorías tradicionales sobre el sueño fragmentado. Hasta ahora, se creía que interrumpir el sueño en diferentes momentos, como ocurre al posponer la alarma, afectaba negativamente a la cognición y al estado emocional.

¿Es bueno posponer la alarma cinco minutos más?

Sin embargo, los investigadores observaron que hacerlo en intervalos breves, de hasta 30 minutos, no produce los mismos efectos. El equipo de psicólogos estudió dos aspectos principales: las características de los participantes y las razones detrás de la posposición de la alarma.

Posteriormente, analizaron cómo esta práctica afecta el rendimiento cognitivo, el estado de ánimo y la calidad del sueño. Para su sorpresa, los participantes que utilizaron la función snooze (posponer) mostraron un mejor rendimiento cognitivo, particularmente en tareas de memoria y velocidad aritmética, tras levantarse.

Además, no hubo diferencias significativas en la calidad del sueño nocturno entre aquellos que pospusieron la alarma y aquellos que no lo hicieron.

Beneficios de posponer la alarma

Uno de los hallazgos más interesantes del estudio fue la mejora en el rendimiento cognitivo de los participantes que pospusieron la alarma. Aunque el acto de interrumpir el sueño brevemente podría parecer contraproducente, el estudio sugiere que puede ayudar a aliviar la inercia del sueño.

Esta sensación, que provoca somnolencia y desorientación después de despertarse abruptamente, es común en quienes se levantan de inmediato. Al permitir que el cerebro tenga unos minutos adicionales para adaptarse al estado de vigilia, se reduce este efecto negativo.

Además, los investigadores destacaron que no se observaron diferencias significativas en la calidad general del sueño entre quienes utilizaban la función snooze y quienes no. Esto sugiere que, al menos en el corto plazo, posponer la alarma no afecta negativamente el descanso nocturno.

Es importante tener en cuenta que esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.