Rafael Nadal, un duelo contra el dolor: lesiones le impiden competir en el nivel élite
El ténis ha sido testigo de la brillante carrera de Rafael Nadal, considerado uno de los mejores jugadores de la historia. Sin embargo, en los últimos años, la sombra de las lesiones ha acompañado al español, impidiéndole competir al nivel que nos tiene acostumbrados. La crónica de dolor y frustración ha sido una constante en la vida del jugador mallorquín, quien ha visto cómo sus rivales se han aprovechado de sus carencias físicas para arrebatarle el título en importantes torneos. En este artículo, exploraremos la batalla que Nadal libra contra el dolor, y cómo esta lucha interna está afectando su desempeño en la cancha.
El pie rebelde de Nadal: lesiones que lo dejaron sin opción en la élite
Rafa Nadal atendió a los medios de comunicación españoles desplazados a Roland Garros, entre ellos Mundo Deportivo, el día después de ganar lo que sería su decimocuarta y última Copa de los Mosqueteros. Sin embargo, lo que parecía un triunfo más en su carrera, escondía un secreto: había jugado todo el torneo con el pie anestesiado.
La lesión en su pie izquierdo era tan severa que tenía que apoyarse en las muletas para mitigar el dolor. La inflamación hacía imposible meter el pie en la zapatilla, por lo que se movía de un lado a otro descalzo. Esta fue la última batalla en una larga lista de lesiones que han caracterizado la carrera del tenista español.
Una carrera marcada por el dolor
Tras la agónica remontada a cinco sets ante el croata Ivan Ljubicic en la final del torneo de Madrid, en otoño, Nadal sintió un dolor que no remitía. Fueron meses de zozobra, de consultas médicas, con su padre Sebastià de escudero, confiando en su doctor de cabecera, Ángel Ruiz-Cotorro.
Finalmente, se descubrió que sufre el síndrome de Müller-Weiss en el escafoides, una malformación congénita degenerativa que fue esquivada a finales de 2005 mediante unas plantillas, cambiar la biomecánica natural del tenista. Esta lesión habría sido un obstáculo insuperable para cualquier otro deportista, pero Nadal y su equipo han demostrado una lucha constante contra la adversidad.
Una carrera plagada de lesiones
Las rodillas, un cuerpo que ahora precisa de un reposo que también libere mentalmente a Rafa Nadal, cansado de pelear con una y otra lesión desde la pandemia, cuyo parón resultó una bendición para las rodillas, aunque despertó el dolor más insoportable en el pie.
Una lesión de grado 2 en el psoas ilíaco de la pierna izquierda acabó activando las alarmas físicas y psíquicas del balear, que en 2022 fue campeón del Open de Australia y Roland Garros, pero por el camino debió superar una fisura de costilla, dos roturas abdominales y un dolor insoportable en el pie izquierdo solventado primero con anestesia para ganar en París y luego con una nueva técnica de radiofrecuencia que estaba funcionando.
El final de una era
Esa lesión de cadera afectaba al tendón, provocó que visitara el quirófano el 3 de junio de 2023, el día de su cumpleaños. Salió bien, pero resultó el principio del fin. Dio para que cumplir el objetivo de no tener que retirarse en una sala de prensa, sino en competición, en la Final a 8 de la Copa Davis 2024, en Málaga del 19 al 24 de noviembre.
Rafa Nadal ha convivido constantemente con el dolor. No recuerdo el último día que he jugado sin él, reiteraba Nadal cuando se le preguntaba. Pie, rodillas, muñeca (le obligó a retirarse de Roland Garros en 2016), roturas musculares en muslos y en la zona abdominal. Un cuerpo castigado desde que cambió su biomecánica, alteró sus movimientos naturales.
Sin embargo, Nadal ha declarado que ha vivido un sueño hecho realidad, y que ha valido la pena, a pesar de todas las lesiones y dolores que ha sufrido a lo largo de su carrera.
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